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La tercera fase de la «Operación Plomo fundido» esta en vísperas de comenzar. El gobierno de Tel Aviv ha movilizado a miles de reservistas más, que están recibiendo entrenamiento para combatir en zonas densamente pobladas. Las tropas israelíes sea adentraron en algunos barrios periféricos de la ciudad de Gaza, donde se registraron enfrentamientos entre soldados y milicianos que se prolongaron durante varias horas. Los combates más intensos se vivieron ayer en el barrio de Al-Sudaniya, donde los testigos han informado de que las tropas israelíes, tras matar a numerosos palestinos fueron obligados a retirarse -por primera vez- por las milicias de Hamás. Las tropas incendiaron las viviendas antes de retirarse, por lo que los servicios de rescate no pudieron recoger los cadáveres.
El balance de víctimas ha aumentado drásticamente en una de las jornadas mas sangrientas desde el inicio de la incursión terrestre, el asado 3 de enero. Los proyectiles disparados por tanques y aviones militares alcanzaron varias casas en el sur y el este de Gaza capital, así como los campos de refugiados de Yabalia y Beit Lahia. En estos bombardeos murieron siete palestinos, dos de ellos mujeres y otros dos niños, según fuentes médicas palestinas. También atacó el barrio de Zeitún, en el sureste de la ciudad y uno de los más castigados por fuego aéreo durante toda la ofensiva. Al sur de la franja, el poblado de Jozaa, situado al este de Jan Yunis, apenas a un kilómetro de la frontera sudoriental con Israel, fue también escenario de intensos bombardeos aéreos y terrestres. La carnicería israelí supera los novecientos muertos y los 4.100 heridos desde el inicio de la ofensiva contra Gaza el pasado día 27.Gaza capital se encuentra prácticamente rodeada y las milicias palestinas tratan de repeler desde los barrios periféricos todo avance de las tropas israelíes hacia el interior. Según Hamás, las milicias palestinas han frenado incursiones israelíes en Yabalia, Beit Lahia y el barrio de Al-Tufah, en Gaza.Ayer, la cúpula militar israelí, instó al gobierno Olmert que decidiera ya entre proclamar un alto al fuego o lanzar la "tercera fase" de la operación. La jerarquía militar israelí cree que ha llegado el momento de que el Gobierno “decida entre cesar las hostilidades o ampliar su operación con una incursión en los centros de población”. "Tenemos que tomar una decisión: bien alcanzar un alto el fuego en dos o tres días, bien comenzar una operación militar que tome al menos dos semanas", dijo el teniente coronel en la reserva Giora Eiland. Pero para los militares la decisión es clara, y coinciden en considerar un error estratégico detener ahora las hostilidades, en vez de profundizar en la invasión de la franja, adentrándose en los núcleos urbanos, donde las milicias palestinas todavía pueden plantarles cara.