Ceuta: denegado el permiso para una manifestación en contra del genocidio en Gaza

A Ceuta no hay que callarla

La decisión de la Delegación del Gobierno de Ceuta ha abortado, con malas excusas, la manifestación que la comunidad musulmana de la ciudad pretendí­a realizar el próximo viernes dieciséis de enero.

El retexto ha sido la falta del tiempo necesario de diez días para la solicitud y la falta de explicación de la urgencia de la manifestación así como la no aclaración de la cantidad de asistencia esperada. Bajo este tipo de excusas de tipo burocrático se esconde una falta de sentido humanitario terrible pero principalmente una terrible provocación a la comunidad islámica de Ceuta. Es gravísimo negar a cualquier comunidad y pueblo el derecho a expresarse, en los momentos actuales que están proliferando las manifestaciones por toda España, en un momento en que los muertos de un pueblo hermano como es el palestino, aumentan por cien al día. Cualquier esfuerzo para parar el genocidio perpetrado por el Estado israelí es poco. Desde Ceuta hasta Caracas pasando por Toronto o Londres. De ello puede depender la posición política con respecto al Estado de Israel de muchos gobiernos, entre ellos el nuestro, sabiéndose presionados por una auténtica rebelión cívica, tal como ocurrió durante la guerra de Irak.. Por eso el camino ir multiplicando las protestas. Pero, ¿qué se esconde detrás de prohibir una manifestación contra el genocidio palestino en la zona más islámica de España, Ceuta?. Estamos hablando de una ciudad Española que está en África, con una comunidad musulmana que se mide en altos porcentajes de la población. Una comunidad especialmente sensible a esta causa porque es la misma comunidad religiosa y cultural y que se manifestará inevitablemente contra el genocidio, con o sin autorización. Una zona de España que tiene muchísimos vínculos con la cultura musulmana. Vínculos que le sirven a Marruecos, con Francia de telón de fondo, como base material para exigir una y otra vez la anexión de la ciudad autónoma a su reino. De esta ciudad hablamos y la delegación del Gobierno ha decidido que por la falta de los diez días previos a la solicitud no habrá manifestación. ¿Qué pretende? ¿crear altercados? ¿un enfrentamiento de la ciudad?¿que reaparezca el cónsul de Marruecos diciendo que no se respeta la sensibilidad musulmana de la ciudad? Cuidado con las excusas burocráticas, que aparte de injustas, muchas veces no sabemos sus consecuencias. No es la primera vez que vemos altercados de diseño.

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