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52.000 sanitarios menos por los recortes en sanidad

La sanidad pública española funciona desde 2009 con recursos cada vez más menguados. Hospitales, consultorios y centros sanitarios están obligados a cuidar de la salud con más de 3.000 millones de euros de recorte. Y con un 10% menos en su dotación de personal: 52.000 profesionales fuera del sistema, según los datos del segundo trimestre de la Encuesta de Población Activa (EPA).

«Es una regresión de una década», resume un estudio del sindicato CCOO, que ha ido cruzando los datos oficiales del Sistema de Cuentas de la Salud del Ministerio de Sanidad, la Estadística del Gasto Sanitario Público y la EPA. De acuerdo con estas cifras, las Administraciones Públicas en su conjunto aportaron, en 2011, 2.816 millones menos al sistema que en 2009, 3.700 en términos constantes: de 70.505 a 67.689.

En años posteriores, el dinero público destinado a sanidad no corre mejor suerte, a pesar de que aún no se han cerrado los balances. Los presupuestos de 2013 consignaron 59.983 millones en lugar de los 67.393 de 2010: 3.983 millones menos, un 5,9% de descenso (hay que reseñar que en los presupuestos oficiales no se incluyen algunas partidas en sanidad que luego sí se computan como gasto sanitario).

En todo caso, hay que remontarse a 2007 para hallar una aportación de ese nivel. En aquel año no había crisis y el PIB español (la riqueza global del país) se colocó en 1,053 billones de euros. Un 3,5% más que el año anterior y 27.000 millones más que cinco años después, en 2012.

El gasto sanitario en España en 2011 representó el 9,3% del PIB (98.860 millones). Está muy por debajo del 17% de EEUU, casi el 12% de Francia o Países Bajos y más del 10% de Alemania, Suiza, Canadá o Austria. Supera por poco a Reino Unido, Islandia y Noruega, según el listado de la OCDE.

El futuro no es mejor

Con estas cifras en la mano, el Gobierno de Mariano Rajoy ha dispuesto en su Programa Nacional de Reformas 2013 que el gasto sanitario se desplome hasta el 5,4% del PIB en 2016. Si a cada punto del PIB le se atribuyen 10.000 millones de euros, el 5,4% significarían 54.000 millones. En otro documento redactado por el Ejecutivo central, «Actualización del Programa de Estabilidad del Reino de España», se calcula que las comunidades autónomas deberán dejar de gastar en sanidad 7.267 millones de euros para 2014 (el 59% de esa cantidad, asegura el documento, ya está ahorrada).

Menos recursos, menos personal, menos material… ¿Puede no notarse? Entre las repercusiones más patentes de esta nueva organización del sistema sanitario está la reducción de la actividad sanitaria. Según CCOO, «de manera silenciosa se está produciendo el cierre de camas o la reducción de la actividad de unidades y quirófanos».

Consecuencias: casi se triplica el porcentaje de pacientes que esperan una intervención durante más de seis meses (del 5,6% en 2009 al 16,5% en 2012, según el Ministerio de Sanidad), y el tiempo medio de demora ha pasado de 67 a 100 días. También se han ido perdiendo prestaciones. El Gobierno ha introducido el copago en la cartera de servicios suplementarios como la ortopedia, los productos dietéticos o el transporte sanitario. Además, el copago por parte del enfermo se ha instaurado en las farmacias y en las medicinas hospitalarias.

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