El Observatorio

40 años de Anagrama

Nació en 1969, hija del mayo del 68. De ahí­ heredó dos cosas: la idea de llevar la imaginación al poder y la idea de que la literatura no debe estar muy alejada de la subversión. En España todaví­a estaba Franco, por lo que los primeros años fueron difí­ciles. Pero desde el primer dí­a hasta hoy, Anagrama ha sido fiel a sus orí­genes y a su decidida apuesta por el riesgo y por la calidad.

Para Jorge Herralde, fundador, ropietario y director de la editorial, Anagrama nació con tres propósitos esenciales. Primero, la búsqueda de voces nuevas o, lo que es lo mismo, la apuesta por los posibles "clásicos del futuro", tanto en narrativa como en ensayo, y tanto en nuestro país como en otros ámbitos. Segundo, rescatar del olvido a aquellos autores fundamentales del siglo XX a los que la industria editorial tradicional sepulta sin compasión y convierte en inencontrables. Y tercero, contribuir a los debates políticos, culturales y morales de nuestro tiempo, con cierta predilección por aquellas incursiones más arriesgadas y polémicas.Fiel a esta trinidad de principios, a un concepto literario muy exigente, y a un instinto bastante certero, Anagrama ha logrado convertirse en estos 40 años no sólo en una editorial de vanguardia sino en uno de los pilares culturales y literarios más sólidos de España. Visto en perspectiva, el catálogo de Anagrama no sólo rubrica el éxito de su apuesta sino su formidable contribución a la vida cultural de un país, al que durante muchos años se le había amputado una parte de su propia cultura y se le había negado el acceso a buena parte de la cultura universal.Anagrama ha abierto la puerta a la obra del neoyorquino Paul Auster, del chileno Roberto Bolaño, del barcelonés Vila-Matas, del italiano Claudio Magris, del alemán W.G. Sebald, del francés Michel Houellebecq, del irlandés John Banville, de los españoles Álvaro Pombo, Rafael Chirbes o Féliz de Azúa, de la nueva hornada de la narrativa británica (Martin Amis, Ian Mc Ewan, Julian Barnes), autores todos que se cuentan entre los escritores más importantes de la literatura contemporánea.Anagrama ha "resucitado" además y puesto a disposición del público español la obra de autores esenciales del siglo XX, ausentes hasta entonces de nuestro panorama editorial. Sobre todo de la fecunda literatura norteamericana: Truman Capote, Jack Kerouac, Raymond Carver, Norman Mailer, Charles Bukowsky, Kurt Vonegut, John Fante, Allen Ginsberg, William Burroughs, Hunter S. Thompson, Tom Wolfe… imprescindibles para adentrarse y comprender las entrañas del monstruo. Nadie ha sido en esto tan perspicaz y tan constante como Herralde. Por otra parte, en estos últimos años Anagrama ha tenido también el acierto de apostar por la nueva narrativa hispana publicando la obra no sólo de verdaderos clásicos, como Bolaño, Pitol o Piglia, sino también a Juan Villoro, Alan Pauls, Mario Bellatin, etc.Para celebrar su gozoso 40 aniversario, Anagrama ha tenido además la formidable idea de poner en los kioskos una selección de 100 títulos de su impresionanate catálogo a pecios asequibles. Este apetitosa "Biblioteca Anagrama" es una magnífica tarta de cumpleaños. Pruébenla.

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