Los recortes aplazarí­an la mejora del empleo hasta 2012

2012 o 2021, defendernos o hundirnos

Elena Salgado, vicepresidenta económica del Gobierno de Zapatero afirmaba hace dos dí­as, que son como dos horas al actual ritmo vertiginoso, que «entre crecimiento y déficit público, nos hemos inclinado por menos déficit». Mentira. Falsedad que esconde un ataque insidioso. Un plan de ajuste del gasto público que rebaja el 25% de los ingresos de la mayorí­a de la población y de la inversión productiva no reduce drásticamente el déficit sino que impide las posibilidades de crecimiento económico y de empleo durante muchos años. Será 2012 o 2021 dependiendo de si nos defendemos del ataque o nos sometemos a sus planes y nos hundimos.

            Porque es una mentira disfrazada de media verdad. No sólo se aborta el crecimiento económico sino que se continúa con la destrucción de uestos de trabajo y se prolonga indefinidamente el paro. Porque los recortes salvajes van a reducir, de momento, los ingresos reales de los funcionarios y pensionistas, pero después van a arrancar parte de la renta salarial al resto de la población trabajadora. Lo que disminuirá el consumo asfixiando, en consecuencia y de manera principal, la actividad productiva de la pequeña y mediana empresa (pymes), y provocando más despidos.             Esta cruel apropiación del 25% de los ingresos del 90% de la población española, con el único objetivo de que la banca extranjera y española sigan cobrando y obteniendo beneficios, no sólo va a suponer la pérdida del actual nivel de vida, conseguido tras años de esfuerzos, de la mayorí­a de nosotros sino que va a llevar al hundimiento económico de España, y de su capacidad productiva y de empleo, durante muchos años.             Dicen los expertos que no ven que el empleo pueda crecer ni este año ni el próximo y hablan de estancamiento del paro en el 20%. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calcula que el paro aumentará del 18% en 2009 al 19,1% este año. España seguirá doblando la tasa de paro de la OCDE. La industria está intentando ganar productividad aprovechando las exportaciones, lo que no va a generar nuevos puestos de trabajo; y en la construcción se suma la suspensión de la obra pública a la parada de la vivienda nueva. Toda esta aguda caí­da de la actividad económica no hace más que añadir más parados.             Pero se puede salir de la crisis. Para ello hay que unirse y oponerse. Y levantar una alternativa. Con medidas como utilizar el 25% de los depósitos de la banca en préstamos a la inversión productiva, en créditos baratos y en buenas condiciones a las pymes, viables y solventes. Como reducir los gastos del Estado en un 30%, sin tocar los gastos sociales pero eliminando redundancias, duplicaciones y derroches. Como hacer una verdadera reforma fiscal progresiva o una redistribución salarial limitando el salario a un máximo de 10.000 euros al mes. Es cuestión de defendernos o hundirnos.

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