Mientras preparan el instrumental para amputarnos el 25% de nuestra capacidad adquisitiva nos siguen suministrando la droga narcotizadora para nuestras conciencias. Leire Pajín, secretaria de Organización del PSOE, acaba de afirmar que las medidas son «progresivas, temporales, coyunturales». Sin embargo, Zapatero ha asegurado crípticamente que «va a determinar el futuro económico para los próximos 20 años». El FMI ha dado la orden a Zapatero. Urgente. Expoliación inmediata. Lanzarse a saco sobre el 25% de los ingresos del 90% de la población española. Durante 20 años y muchos más.
Pero en tiemos de agudización creciente de las contradicciones sociales, dentro y fuera de España, lo que se dice hace dos días caduca en dos horas. Especialmente las mentiras. El FMI, ‘palabra de Obama’, acaba de exigir a un Zapatero políticamente muerto que dé pasos decisivos e inmediatos. El “aperitivo” está bien. Pero los recortes a los funcionarios y a los pensionistas son sólo un pequeño “manjar”. El plato principal es el conjunto de las rentas salariales de todos los trabajadores. Así que el FMI pide la inmediata aplicación de la “reforma laboral radical”. Y, además, la apertura de La Caixa y de Cajamadrid al capital extranjero. Lo que une a ambas peticiones es el objetivo de degradar a España a tercera división, a la condición de ‘protectorado’ de Estados Unidos y, también, de Alemania. La primera, la “reforma laboral radical”, busca no ya recortes en el gasto público o rebajas parciales y temporales de salarios. Busca una rebaja salarial para el conjunto de los trabajadores, para hacerla ya y en el menor tiempo posible. No nos confundamos de blancos. No son los trabajadores fijos blancos para los eventuales. No son los funcionarios blancos para los trabajadores. No son los trabajadores blancos para las pymes. Somos el 90% de la población española el blanco del poder político y financiero de Estados Unidos y de las principales potencias europeas. Debemos unirnos, acumular fuerzas y oponernos.