Informe de la APDHA

2.900 tumbas en el mar

Interior dice que los controles de fronteras están funcionando correctamente. Sin embargo, el informe de APDH desmiente las cifras del gobierno según las cuales el año pasado se recuperaron 74 cadáveres, una cifra que no tiene en cuenta ni a los desaparecidos ni a los fallecidos en aguas extranjeras.

La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) calcula que unas 2.900 ersonas podrían haber desaparecido o perdido la vida en 2008 en su intento de llegar a España a través de las rutas clandestinas. Se trata sólo de una estimación porque no sabemos a cuantos inmigrantes los ha devorado el mar. La organización sólo ha podido documentar y poner nombres y apellidos a 581 muertes. La mayoría de las muertes no se llegan a certificar, pero la ONG se ha tomado el trabajo de realizar la estimación a partir de las noticias de la prensa y datos aportados por el Frontex, las ONG internacionales y los gobiernos de los países de origen. El presidente de la APDHA asegura que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, "embellece de manera consciente las cifras y coge los datos que le da la gana". Pero estas no son las únicas cifras que no "cuadran". Interior dice que 14.634 inmigrantes fueron detenidos a su llegada a España en 2008. La APDHA habla de mil más: 15.572. Y la agencia europea de control de fronteras Frontex documenta 16.159 inmigrantes clandestinos. ¿Dónde están esas 938 personas de diferencia? ¿Quién responde por ellas? ¿Estamos hablando de contar “patatas”? una arriba o abajo, da igual. Además de inmoral ¿Qué pretende ocultar el gobierno “maquillando” sus cifras? El Ministro del Interior, Rubalcaba, presenta una reducción en el número de llegadas del 25%. Las cifras de APDHA confirma que se mantienen los flujos migratorios hacia España desde África a niveles similares a los de hace una década, e incluso este año se han incrementado respecto a 2007. ¿Qué conclusión podemos extraer de este dato? Pues que los controles de vigilancia fuerzan a tomar rutas distintas y más largas, pero no son -en absoluto- un disuasorio para la inmigración, tal como afirman el gobierno y la UE para justificar su intenso incremento presupuestario y policial.Portanto ¿No habría que dedicar todo este esfuerzo, por ejemplo, en mejorar las condiciones de vida y trabajo en África?

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