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«Hay que plantar cara a la primera gran crisis de la globalización». Este fue el mensaje que Cándido Méndez – UGT – e Ignacio Fernández Toxo – CCOO – subrayaron en sus intervenciones finales del 1º de Mayo. La advertencia la lanzaban al Gobierno y partidos en el Congreso respecto a la propuesta enviada por la patronal. El lema fue «Frente a la crisis: empleo, inversión pública y protección social»; presentes estuvieron Leire Pajín, López Aguilar, José Antonio Alonso y Tomás Gómez por el PSOE, y Cayo Lara por IU. Méndez recomendó a al Gobierno diálogo social y coordinación con las comunidades autónomas», y Toxo señaló la oportunidad de demostrar si «la crisis de Gobierno ha sido una operación de pura cosmética o un cambio de política». Lo que pasó en la manifestación poco tuvo que ver con esto.
A arte de CCOO y UGT, las Juventudes Comunistas y miembros de Izquierda Anticapitalista, el segundo bloque de la manifestación destacó de principio a fin por la combatividad y viveza de sus consignas, canciones y composición. Los trabajadores inmigrantes de las delegaciones de CCOO y UGT, la Unión de Actores, Asociaciones de inmigrantes contra las hipotecas, Unificación Comunista de España y simpatizantes de la candidatura que impulsa con el apoyo del De Verdad, y el bloque de los trabajadores de Iveco. Estos últimos inundaron con su llegada a la Cibeles y “empujaron por atrás” todo el trayecto, denunciando el despido de 1.000 trabajadores y el ERE para otros 1.000 de los 3.000 que componen la planta de Madrid.“Solo se puede vivir, con mil. Y de donde se puede sacar, de los que ganan más de diez mil” “No queremos, no nos da la gana, tapar con nuestra pasta los agujeros de la banca”… son algunas de las consignas que los militantes y simpatizantes de Unificación Comunista de España corearon bajo la pancarta de palos que presentaba su candidatura a las Elecciones Europeas: “De Verdad contra la crisis”.Sin duda una de las más coreadas fue la de “Nosotros sí tenemos otro plan, a todos los banqueros, rebaja salarial”, a la que en cualquier momento se sumaban los asistentes agrupados en el tercer cuarto de manifestación, trabajadores inmigrantes y Unión de Actores, al altavoz de UCE. Pero la relación fue de ida y vuelta: “El pueblo unido jamás será vencido”, coreaban desde el bloque de asociaciones de inmigrantes como Rumiñaui, que encabezaba la recién elegida diputada en el Parlamento Ecuatoriano Dora Aguirre, y que se acercó a saludar a los compañeros de UCE, recibiendo sus felicitaciones y transmitiendo su enhorabuena por la presentación de la candidatura. “Española o extranjera, una misma clase obrera”… como siempre, inundaba la avenida a los primeros compases.Sin duda la manifestación no expresó recomendaciones, ni pidió “más margen para el déficit público” como pregonó Méndez en su discurso. Una alternativa para la crisis y aquello que decía Marx en “La España revolucionaria”: “Así ocurrió que Napoleón, que, como todos sus contemporáneos, consideraba a España como un cadáver exánime, tuvo una sorpresa fatal al descubrir que, si el Estado español estaba muerto, la sociedad española estaba llena de vida y repleta, en todas sus partes, de fuerza de resistencia”, pese a que la asistencia sigue manifestando el rechazo de la mayoría hacia la línea sindical dominante.