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La recuperación de derechos, y la lucha por la redistribución de la riqueza y los salarios serán ejes del Congreso.
Bajo este lema, «CCOO ¡se mueve!», Comisones Obreras celebra del 29 de junio al 1 de julio su XI Congreso con unos objetivos ambiciosos, que el secretario general saliente, Ignacio Fernández Toxo definió en la presentación del Congreso como: «Pasar a la ofensiva para recuperar los derechos laborales y sociales perdidos, la lucha por la redistribución de la riqueza y la recuperación del poder adquisitivo de los salarios».
La preparación del Congreso ha estado precedida de una amplia movilización de afiliados, con más de 4.000 actos, entre reuniones de secciones sindicales y congresos de federaciones y uniones territoriales. Este proceso ha ido acompañado de una importante renovación de cargos en 17 uniones terrritoriales y, por primera vez, tres mujeres ocuparán la secretaría general del sindicato en su comunidad autónama. Y se han elegido los 751 delegados asistentes al Congreso.
Según la dirección saliente encabezada por Fernández Toxo: «Recuperar afiliación y renovar el sindicato para hacerlo más transparente y eficaz, para pasar a la ofensiva para recuperar los derechos perdidos de los trabajadores», son los grandes retos que se plantea CCOO en este Congreso.
Ignacio Fernández Toxo destacó en su intervención que el XI Congreso «representará pasar a la ofensiva para recuperar los derechos laborales, sociales e, incluso de carácter democrático, perdidos. La lucha por la redistribución de la riqueza, contra la pobreza y la desigualdad, será uno de los ejes centrales del congreso, así como la recuperación del poder adquisitivo de los salarios y el impulso de un plan de choque contra el desempleo».
En cuanto a profundizar en la reestructuración organizativa, «con el claro objetivo de disponer de una potente estructura de organizaciones sectoriales y territoriales a fin de volcar la acción sindical en la empresa», Toxo anunció como objetivo la recuperación de la afiliación que el sindicato ha perdido por el aumento del desempleo como consecuencia de la crisis, para lo que se propone crear un centro afiliativo y electoral.
CCOO, va a discutir en el Congreso la puesta en marcha de un plan de constitución de secciones sindicales en las empresas con más de 20 afiliados, impulsar la figura del sindicalista de referencia en cada empresa o polígono industrial, y hará una decidida inversión en formación sindical.
También en los próximos cuatro años y bajo el mandato del nuevo secretario general que salga del Congreso, se desarrollarán iniciativas destinadas a los jóvenes, para favorecer su vinculación al mundo sindical, a regular la situación del trabajo en el hogar, a los técnicos y profesionales con fórmulas flexibles de organización en el sindicato y para profundizar en las medidas de los autónomos y pensionistas.
La elección del nuevo secretario general será otra de las cuestiones centrales, después de que Fernández Toxo anunciara a principios de año que no se presentaría a la reelección. Y presentara como candidato a Unai Sordo (Barakaldo, 44 años), secretario general de Comisiones Obreras de Euskadi desde 2009. Candidatura que fue aprobada de forma casi unánime por el Consejo Confederal de CCOO en marzo.
MAonesa dice:
En los sindicatos mayoritarios, UGT, CCOO, eso de «volcarse presencialmente en las empresas» significa en la práctica (ha ocurrido ya en muchas empresas) maniatar o arrinconar a los delegados y afiliados más combativos, pasando a dirigir de forma burocrática y centralista (que no democrática) cada decisión sindical que afecte a los trabajadores en las empresas. Va a significar un aumento del control.
MAonesa dice:
Las palabras se las lleva el viento. Habrá que esperar acontecimientos, tras el día a día, y la posición de CCOO ante las empresas, seguir en algunos sectores al servicio de las multinacionales ejerciendo de bomberos, o pasar a la ofensiva movilizando a los trabajadores para recuperar lo perdido, con herramientas como la huelga.