Cargando...
A Canarias han llegado en el primer semestre de 2024, en embarcaciones precarias y atravesando una de las rutas más peligrosas del mundo, 19.257 migrantes, más del doble que el mismo periodo del año pasado (7.213). En Canarias ya hay unos 5.600 menores no acompañados por adultos.
Canarias no puede ser Lampedusa, ni la isla de Lesbos. Ante el desbordamiento de los centros de acogida, es imperioso distribuir -humanitariamente y en condiciones dignas- a estas personas por el resto del territorio español.
A ello se oponen furibundamente dos fuerzas de extrema derecha. Por un lado Vox, que amenaza al PP con romper los acuerdos autonómicos. Y por otro lado Junts, que haciendo una vez más bandera de la insolidaridad, exige excluir a Cataluña del reparto.
Una vez más, Abascal y Puigdemont se abrazan en torno a discursos xenófobos, criminalizando a los más vulnerables.
.
Especial atención a los menores inmigrantes
En un año, más de 30.000 personas han llegado al archipiélago canario. La cifra de menores no acompañados llegados en estos seis meses a las islas suma 2.758 -un promedio de 15 diarios- lo que representa algo más del 14,3% del total. A El Hierro -la isla más pequeña del archipiélago- han arribado casi la mitad de ellos, 1.245, que asciende al 45% del total. Con estos datos, Canarias tiene en sus servicios de protección a la infancia casi el 40% del total nacional.
Hace tiempo que Canarias está desbordada por la llegada de inmigrantes, pero, lo que es aún más dramático, de menores no acompañados. Las previsiones del Ministerio del Interior son que llegarán otros 10.000 jóvenes menores de edad en los próximos meses. Los 80 centros habilitados (a principio de año eran 30) no pueden dar cabida a ese número.
El acrónimo “MENAS” los criminaliza, los despoja de rostro y humanidad. Pero son niños. Son niños. Los menores no acompañados necesitan una atención diferente al resto de los inmigrantes.
El Gobierno ha tomado la decisión -también solicitada por el gobierno canario- de garantizar legalmente el traslado de una parte de los llegados a las Islas Canarias, a distintos emplazamientos de la península. Hasta ahora, está dependiendo de la solidaridad voluntaria de las autonomías. El gobierno tramita una reforma de la ley de Extranjería para que sea obligatorio.
.
Abascal y Puigdemont unidos… contra los inmigrantes
Aunque sus siniestros argumentos van cambiando día a día, hay algo innegable que los une, el rechazo a la llegada de inmigrantes, adultos y menores de edad. Primero, Vox ha amenazado al PP con romper los pactos de Gobierno en aquellas comunidades donde se acepten menores inmigrantes e incluso propone una iniciativa para todos los parlamentos autonómicos para cerrar los centros de menores extranjeros no acompañados y su devolución a los países de origen, en contra de la actual legislación de la Unión Europea.
Por su parte, Junts ha exigido la exclusión de Catalunya en el reparto de tales menores procedentes de Canarias si el gobierno quiere su voto afirmativo a la reforma de la ley de Extranjería, con la demagógica excusa, sin cobertura legal, de que está negociando, con el PSOE, el traspaso de las competencias en materia de inmigración.
.
Y el PP se divide
Vox ha dado un paso más y ha agudizado aún más las contradicciones en el seno del PP y en las distintas autonomías. Abascal ha vuelto a plantear lo mismo que hace cuatro años, utilizar a la Armada española para bloquear navalmente la llegada de inmigrantes. Aunque el almirante jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), Teodoro López Calderón ya contestó entonces que “la obligación legal y moral de un buque de guerra en caso de encontrar una patera sería rescatar a sus ocupantes, no impedir su avance”.
Ante este ataque de Vox a los menores inmigrantes, el PP se está dividiendo. Su portavoz Miguel Tellado, se suma a Vox y pide el uso de la Armada para frenar la salida de cayucos. Sin embargo, la consellera de Servicios Sociales de la Comunidad Valenciana, Susana Camarero -del PP- la califica de “una comunidad de acogida de personas menores de edad inmigrantes sin referente familiar” y toma medidas para ello. Algo radicalmente opuesto a Vox -socio en el gobierno- e igualmente al portavoz del PP.
Y el vicepresidente de Canarias, del PP canario, Manuel Domínguez -a favor de la acogida por las demás autonomías- critica a un miembro del PP malagueño por comparar a los inmigrantes con “fardos, animales y delincuentes” y afirma “si tenemos un poco, solo un poquito de empatía… ese tipo de reproches deberíamos dejar de hacerlos”.
.
Española o extranjera, una misma clase obrera
Incluso a través del frío lenguaje de las estadísticas del Banco de España surge la rica contribución de las personas inmigrantes. Tienen las mayores tasas de participación en el mercado laboral: el 70%. Y, como aproximadamente el 80% de los que están en edad de trabajar no poseen estudios universitarios, más del 70% lo hacen en ocupaciones de baja cualificación, como servicio doméstico, construcción, comercio y hostelería. Se estima que España necesitará unos 25 millones de inmigrantes en 2053 para trabajar.
Los inmigrantes forman parte de nuestro pueblo. Los menores inmigrantes son también nuestros menores. Los adultos son parte de los trabajadores que sostienen España. Los menores son futuros trabajadores que crearán parte de nuestra riqueza económica. Y tanto los unos como los otros aportan -y aportarán- riqueza cultural que pasa -y pasará- a integrarse en “la viejísima y compleja sustancia de España”, nos dice Lorca.