¿Y por qué no congelar el sueldo de Botí­n?

¿Quién no siente un escalofrí­o de indignación cuando ve cómo el gobierno congela los salarios mí­nimos mientras la CNMV publica los millonarios sueldos de los banqueros y altos ejecutivos de las empresas cotizadas en la Bolsa? Botí­n-Santander 4,9 millones. González-BBVA 5,3 millones. Rato-Bankia 2,34 millones. Faine-La Caixa 2,69 millones Según el informe anual de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el sueldo medio de los consejeros de las empresas cotizadas fue en 2010 de 260.215 euros, 30 veces el Salario Mí­nimo. Los consejeros ejecutivos cobraron una media de 1,2 millones de euros. Y los sueldos medios de los ejecutivos de alta dirección fueron de 454.713 euros, un 9,1% más que en 2010.

La congelación del Salario Mínimo, por primera vez desde su creación en 1966, va a tener repercusión no sólo en los casi 150.000 trabajadores que oficialmente lo cobran, sino en la rebaja del sueldo y las prestaciones de millones de trabajadores en activo y parados, ya que el SMI se utiliza como referencia en los convenios y para fijar el acceso a múltiples ayudas y subvenciones. «El SMI seguirá siendo uno de los más bajos de Europa, sólo Polonia y Portugal estarán por debajo de nosotros. «La congelación del SMI y del sueldo de los trabajadores públicos es sólo el primer paso para aplicar una congelación salarial generalizada a todos los trabajadores.Mientras tanto el informe de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y los datos del Banco de España desvelan como en plena crisis una ínfima minoría del país (la oligarquía financiera y monopolista y sus altos ejecutivos) sigue acaparando millonarias rentas salariales.«La remuneración salarial media por consejo de administración de bancos y empresas cotizadas en Bolsa superó los 2,7 millones de euros» anuales en 2010. Eso sin contar los fondos de pensiones y el reparto por acciones. En las cajas de ahorros intervenidas con dinero público, la media fue aún mayor: 2,8 millones de euros, un 6,6% más que el año anterior.Cada vez aparece con más claridad la necesidad de la redistribución de la riqueza, no sólo como una medida de justicia, sino también como un motor de la economía y la salida a la crisis en beneficio de la mayoría y del país. Una política de redistribución salarial, que fije un salario mínimo de 1.000 euros mensuales y un salario máximo de 10.000 elevaría el poder adquisitivo general de las familias y actuaría como motor activando el consumo interno, la demanda y la actividad de las empresas.Por ejemplo, aplicando el salario máximo de 10.000 euros mensuales a los 1.164 altos ejecutivos de las empresas cotizadas que ganan 454.713 euros, se podría garantizar cada año un sueldo de 1.000 euros a 210.000 trabajadores de los que apenas cobran 800 euros al mes.La redistribución salarial es una exigencia que se abre paso día a día,como lo demostró que el coordinador de IU se refiriera a ella en su discurso de la investidura de Rajoy.