Hugo Chávez gana las elecciones con más de un millón de votos de ventaja

Victoria del pueblo venezolano

Con 1,3 millones de votos más que el candidato de la oposición, triunfando en 20 de los 23 Estados que componen la Republica y arrasando en la capital, Caracas, Hugo Chávez ha obtenido una rotunda victoria. No eran unos comicios normales. Washington y la oligarquí­a venezolana habí­an redoblado su apuesta, con el objetivo de acabar con los 14 años de gobierno bolivariano y quebrar la unidad antihegemonista en el mundo hispano en uno de sus eslabones claves. Pero el pueblo venezolano ha dado una formidable respuesta. La participación ha sido histórica y Chávez ha recibido más votos que nunca. El mensaje no admite dudas. Venezuela quiere seguir caminando por la senda de independencia y redistribución de la riqueza que encarna Hugo Chávez.

Momentos después de confirmarse su triunfo electoral, Hugo Chávez afirmaba que su candidatura “garantiza la independencia de Venezuela y el bienestar del pueblo”.

Soberanía y bienestar, unidos en un mismo proyecto. Esto es lo que estaba en juego en las elecciones venezolanas.

Los 14 años de gobiernos bolivarianos han permitido conquistar un grado de autonomía respecto a Washington desconocido en la historia reciente. Lo que ha permitido impulsar un amplio programa de redistribución de la riqueza que ha beneficiado a amplias capas de la población. «“Garantizar la independencia de Venezuela y el bienestar del pueblo”. A esto se comprometió Chávez.»

Los números son contundentes. El año pasado, cuando en Europa se recrudecían los problemas económicos, Venezuela creció al nada despreciable ritmo del 4,2%. Y las previsiones apuntan a que en 2012 crecerá todavía más, en torno al 5%.

¿A qué se debe? Principalmente a que Venezuela está aplicando exactamente las recetas antagónicas a las que el FMI nos impone a nosotros.

Un importante motor económico ha sido la Misión Vivienda Venezuela, una gigantesca inversión pública que construyó 144.000 nuevas viviendas en 2011, y prevé construir otras 200.000 este año.

Al mismo tiempo, la política de redistribución de la riqueza ha incrementado los ingresos de la población, multiplicando el consumo interno. El pasado año la demanda interna subió un 16,3%, impulsando el desarrollo económico.

Cuando Chávez ganó sus primeras elecciones, en 1998, había en Venezuela un 50,4% de pobres y un 20,3% de pobres extremos. En 2011 estas cifras han descendido espectacularmente hasta el 31,6% y el 8,5%.

Producto, no como nos machaca la propaganda, de los “abundantes subsidios”, despilfarrando el “maná petrolero”. Sino de la creación de riqueza y empleo, que luego se redistribuye en beneficio de la mayoría. El desempleo, que era del 16,6% en 1998, ha descendido hasta el 7,9%. Y los sectores económicos que más han crecido son los no petroleros –un 5,6%-, casi el triple de los petroleros –el 2,2%-.

Frente a los recortes, más inversión pública y más redistribución de la riqueza, para incrementar las rentas y salarios de la población.

Y, si Venezuela puede disentir de los mandatos del FMI, y aplicar la política económica que se corresponde a las necesidades nacionales y a los intereses de la población, es porque ha conquistado la autonomía suficiente respecto a EEUU.

Esto es lo que estaba en juego en las elecciones. Más independencia y más bienestar. O retornar a los grilletes del FMI.

Tras intentar sin éxito expulsar a Chávez del gobierno a través de sucesivos golpes de Estado, esta vez Washington ha intentado la “vía política”. Propiciando la concentración de toda la oposición en la Mesa de Unidad Democrática, encabezada por Henrique Capriles.

El pueblo venezolano ha tomado conciencia del carácter decisivo de estas elecciones, y se ha movilizado como nunca.

La participación fue del 81%, una de las más altas de la historia electoral venezolana. Y cuanta más democracia, cuanta más participación popular, mejor para las alternativas antihegemonistas.

Tras 14 años en el gobierno, la candidatura de Hugo Chávez ha obtenido más votos que nunca. 7,4 millones de votos. Casi 4 millones más que cuando ganó las primeras elecciones en 1998.

Es un rotundo triunfo del pueblo venezolano, frente a las presiones de Washington, y de todo el frente antihegemonista en el mundo hispano.

Los mensajes de felicitación de varios mandatarios hispanoamericanos –desde Evo Morales o Cristina Kirchner a Rafael Correa o Raúl Castro- coinciden en que el triunfo de Chávez es también la victoria de la Patria Grande, de la unidad de todos los pueblos hispanos para conquistar un futuro de independencia y bienestar.

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