La erupción del volcán de Cumbre Vieja en la isla de La Palma ha llenado de preocupación a sus vecinos, y con ellos a Canarias y a toda España.
Tras una semana donde la isla acumulaba un enjambre de más de 25.000 seísmos, el volcán de Cumbre Vieja, perteneciente a uno de los complejos volcánicos más activos del archipiélago canario, entraba en erupción.
Los avisos sísmicos, y el hecho de que la erupción se haya producido en una zona despoblada, ha hecho que afortunadamente no haya que lamentar víctimas personales… pero sí cuantiosísimos daños materiales para muchas familias.
La lava del volcán, en su paso hacia el mar, ha destruído 166 viviendas y otros inmuebles -entre ellos un colegio- y ha arrasado 103 hectáreas, de ellos muchos terrenos cultivables. Hay desalojadas 6.000 personas y se temen nuevas evacuaciones conforme se abren otras bocas volcánicas. No es posible saber cuánto tiempo durará esta erupción volcánica. Pueden ser días, semanas o meses.
«Aún estoy pagando mi hipoteca, ahí está todo el sudor de mi frente», dice Ana Guadalupe, una vecina afectada, refiriéndose a su casa, amenazada por la erupción y por los terremotos que siguen sucediéndose. «Ojalá mi casa no se pierda, pero el dolor de todos es unánime. Años luchando por tu casa, tu terreno, tus animales, tu negocio… Y sin miedo ni contención todo ha desaparecido», declara Dévora López, otra vecina. »Tantos años construyendo algo para que al final venga la naturaleza y te lo quite», dice con tristeza Jose Manuel, de 67 años.
Son apenas unos pocos testimonios de la angustia y el desasosiego de miles de familias de La Palma, que viven con incertidumbre este desastre natural. Sobre todo, de los que lo han perdido todo: su casa, su hogar, sus recuerdos personales o su medio de vida.
Ante este desastre, el corazón de toda España se encoge. Todos somos La Palma. No cabe otra respuesta que Unidad y Solidaridad.
Reclamamos máxima unidad, social y política. La máxima unidad y coordinación entre el Gobierno Central, el Gobierno de Canarias y el Cabildo Insular de La Palma. La máxima unidad entre fuerzas políticas, en Canarias y en toda España. Las disputas políticas, los cruces de reproches y la utilización partidaria están aquí fuera de lugar, y van en contra de los intereses del pueblo.
Y reclamamos la máxima solidaridad con todos los afectados y sus familias, con todos los habitantes de la Isla Bonita. Que todas las administraciones se vuelquen en proteger a las familias desalojadas, en proteger sus bienes; en que puedan cobrar cuanto antes, con la máxima presteza, las compensaciones del Consorcio de Compensación de Seguros; y en que se cree un Fondo Especial de Reconstrucción para La Palma, para ayudar con subvenciones a fondo perdido, a que esos vecinos puedan rehacer sus negocios y sus vidas cerca de sus hogares, en zonas seguras geológicamente.
No debe repetirse lo que ha ocurrido tras tantas otras catástrofes naturales. Muchos vecinos de Lorca (Murcia) aún están esperando las ayudas y compensaciones que se les prometió tras el devastador terremoto de 2011.
Todos los recursos necesarios para reconstruir las vidas de los afectados por el volcán, para que La Palma, nuestra hermosa Isla Bonita, se recupere tras este desastre natural.
No será un camino fácil. Estará condicionado -durante semanas, quizá meses- por las consecuencias de la erupción: los restos de la lava, las cenizas y los gases. Todo ello va a lastrar la vida de la isla y justamente por eso sus habitantes van a necesitar de altas dosis de solidaridad -en forma de ayudas públicas, inversiones, medios materiales y humanos- para restaurar La Palma y sus vidas. Deben tenerlas.
Esta debe ser la prioridad después de que la erupción haya remitido.
Carlos dice:
Pues si macho, que se ha comido hasta un colegio, a ver dónde estudian ahora los pobres niños. Y el presidente de Canarias ya entrando en rifi rafes con Moncloa. Ahora más que nunca unidad y solidaridad de todas las regiones de España
sara dice:
A TODOS LOS CIUDADOS MUCHOS ANIMOS