Todos los pueblos de Europa estamos de celebración. Por primera vez en el viejo continente, tras cinco años de recortes e intervenciones del FMI o de la UE, nosotros hemos ganado y ellos han perdido. En el referéndum griego se jugaba un pulso político entre los pueblos y la troika, el FMI y la UE, Washington y Berlín. Y el pueblo griego ha ganado por goleada.
Los resultados del referéndum hablan por sí mismos. Cuando el pueblo griego se ha podido pronunciar directamente sobre los planes de la troika, el NO ha ganado con el 61,31% de los votos, frente al 38,69% del SI. Más de 22 puntos de diferencia. «El pueblo griego, al votar NO ha dicho claramente que “Sí se puede” desde los pueblos ganar una batalla política frente a Washington y Berlín»
Frente a las interesadas visiones que presentan una sociedad griega “dividida y fracturada”, lo que ha aparecido con claridad en el referéndum es una mayoría social -casi dos tercios de los griegos- que han votado NO a la troika, no a Washington y Berlín. Un movimiento que abarca todo el territorio griego, las ciudades y las zonas rurales, la juventud y los pensionistas, la izquierda y la derecha…
Y que ha votado con absoluta conciencia de que lo que estaba en juego era en primer lugar, no tales o cuales medidas económicas, sino la defensa de la soberanía nacional, la posibilidad de trazar un camino propio frente a los dictados de Washington y Berlín.
Sí se puede derrotar a la troika
Al valorar los resultados del referéndum griego, Enric Juliana en La Vanguardia recordaba que “si hubiese ganado el sí, el neón con el rótulo “No se puede” iluminaría desde ahora las noches de Bruselas, enviando un mensaje a todos los rincones de la Unión: “No se pueden levantar barricadas con los adoquines de la vieja soberanía nacional para poner en cuestión el orden europeo”.
Pues bien, el pueblo griego, al votar NO ha dicho claramente que “Sí se puede” desde los pueblos ganar una batalla política al hegemonismo.
De nada ha servido la furibunda ofensiva lanzada desde Berlín y Bruselas, estrangulando la economía griega, extendiendo una nueva “campaña del miedo” que amenazaba con el “Grexit”, la salida del euro… Dirigida explícitamente a quebrar la resistencia del pueblo griego y del gobierno de Syriza.
La respuesta del pueblo griego ha sido votar abrumadoramente NO y respaldar masivamente la línea que representa el gobierno de Syriza.
Lo que ha demostrado el pueblo griego y el gobierno de Syriza es que tanto Washington como Berlín, son “gigantes con pies de barro”. Gigantes que pueden desatar una ofensiva que suma la economía griega en el caos. Pero a los que se puede derrotar si se señala con claridad el dominio de la troika como enemigo principal, si se impulsa una línea justa que coloque en primer plano la defensa de la soberanía nacional, si se construye un frente amplio que una al 90% de izquierda a derecha, y si se apela directamente a la voluntad y movilización del pueblo.
Una batalla ganada, un pulso todavía abierto
Lo que estaba en juego en Grecia era mucho más que una negociación económica, que todavía sigue abierta. Era sobre todo un pulso político donde se jugaba la correlación de fuerzas entre los pueblos y el avance del proyecto de intervención y saqueo impuesto por EEUU o Alemania.
Las consecuencias de la victoria del NO en el referéndum griego van a dejarse notar con fuerza en toda Europa. Fortaleciendo la lucha y resistencia de los pueblos, agudizando las contradicciones entre Washington y Berlín y el conjunto de países europeos.
Las contradicciones entre EEUU y Alemania al gestionar la crisis griega han estallado. La intransigencia alemana abría el peligro de un acercamiento de Atenas hacia Moscú, o incluso la posibilidad de que Grecia buscara directamente en China el apoyo económico que se le niega en Bruselas.
Por eso desde Washington se ha presionado a Alemania para que flexibilice la posición ante Grecia, eludiendo el peligro de una salida helena del euro de consecuencias imprevisibles. Aunque eso suponga ofrecer a Grecia “concesiones significativas” que incluyan una importante quita de la deuda. Tal y como ha desvelado un “informe secreto” del FMI, convenientemente difundido en los días previos a la celebración del referéndum por mandato expreso de Obama, a pesar de que Alemania había vetado su publicación.
La posición de Alemania en la UE queda extremadamente debilitada tras el referéndum griego. Pero Washington también ha salido derrotado.
Ha sido la firmeza y valentía del gobierno de Syriza en la defensa de los intereses nacionales lo que ha obligado a EEUU a retroceder, intentando reconducir la situación a través de negociaciones.
Pero los triunfos del gobierno de Syriza y su defensa de la independencia nacional (el gobierno griego ha vetado la presencia del FMI en las futuras negociaciones) van a generar a Washington nueva y mayores dificultades en la ejecución del proyecto de saqueo sobre Europa.
El pulso político entre los pueblos y el hegemonismo no se ha cerrado con la victoria del NO en el referéndum griego. El BCE advierte que podría mantener congeladas las líneas de liquidez de emergencia, lo que provocaría un colapso del sistema bancario griego. Y Martin Shulz, presidente alemán del parlamento europeo, amenaza con que “muy pronto habrá que hablar de ayuda humanitaria para Grecia”.
El pulso político sigue abierto, y tanto EEUU como Alemania van a utilizar todas las armas que disponen, que son muchas, para reconducir la situación. Pero el NO en el referéndum griego ha abierto una correlación de fuerzas política más favorable a los pueblos y más desfavorable al hegemonismo.
¿Por qué no podemos hacer lo mismo en España?
La victoria del pueblo griego frente a los planes de la troika, de EEUU y Alemania, ha sido posible en primer lugar por la línea que ha impulsado el gobierno de Syriza.
«La victoria del pueblo griego frente a los planes de la troika, de EEUU y Alemania, ha sido posible en primer lugar por la línea que ha impulsado el gobierno de Syriza»
Señalando en primer lugar a quién nos enfrentamos: a los dictados y mandatos del FMI y de la UE, de EEUU y Alemania, y al camino de recortes y saqueo que suponen.
Colocando en el puesto de mando la defensa de la soberanía nacional griega, como requisito imprescindible para poder decidir el propio camino, escapar del infierno de los recortes y el saqueo, e impulsar una política de redistribución de la riqueza en beneficio de la inmensa mayoría.
Construyendo un frente amplio que no solo abarque a la izquierda, sino que se extienda también a los sectores patrióticos y nacionales de la derecha.
Movilizando valientemente a la población y apoyándose en la voluntad popular para derrotar a los planes de la troika.Si un país como Grecia, con solo 11 millones de habitantes y un PIB que apenas llega al 20% del español, ha conseguido desafiar a la troika y poner en un brete a Washington y Berlín… ¿qué no podríamos hacer en España, la cuarta economía de toda la zona euro?
Debemos celebrar la extraordinaria victoria del pueblo griego. Pero sobre todo, frente a quienes nos repiten insistentemente que “España no es Grecia” y que “no es posible trasladar a España el escenario heleno” debemos sacar enseñanzas.
¿No sufrimos también en España los mandatos de la troika? ¿No nos ha impuesto Washington y Berlín, a través del FMI o el BCE, una catarata de recortes y el secuestro de nuestra soberanía nacional?
Lo que necesitamos en España es que en los próximos y decisivos comicios electorales esté presente y gane fuerza política una línea como la que representa Recortes Cero. En torno a sus cinco ejes principales: Redistribución de la Riqueza, Defensa de la Soberanía Nacional, Ampliación de la Democracia y formación de un Frente Amplio del 90%.Es mucho lo que nos jugamos. Pero el pueblo griego nos ha dejado claro a todos que “Sí se puede” derrotar a la troika, al FMI y al BCE, a Merkel y a Obama.