Un auténtico diluvio explosivo en las cabeceras de los ríos Turia, Xuquer y Magro convirtieron los cauces y barrancos en auténticos tsunamis desbocados que arrasaban todo a su paso. Casi 500 litros por metro cuadrado en 24 horas cayeron en la población valenciana de Chiva, el equivalente a todo el agua caída en la Comunidad Valenciana en un año; más de 771 litros por metro cuadrado se llegaron a recoger en Turís, casi 200 litros en una hora, según la AEMET.
.
La DANA que arrasó Valencia el pasado 29 de octubre ha provocado la mayor catástrofe humanitaria, emocional y económica desde la riada de 1957.
En la segunda semana de la tragedia son ya 215 fallecidos y casi un centenar de desaparecidos. Hoy todavía se lucha por recuperar los cuerpos de muchas víctimas y encontrar a los desaparecidos.
Muchas calles de más de 70 municipios continúan llenas de fango, vehículos, basuras y escombros. Cientos de miles de personas lloran a sus seres queridos, o están gravemente afectados. Miles de familias lo han perdido todo. Muchas localidades carecen todavía de servicios básicos. Y la destrucción de una gran parte del tejido productivo dibuja un futuro a corto y medio plazo incierto, donde las medidas de ayuda y los esfuerzos de todas las administraciones han de jugar un papel clave en la recuperación.
La dimensión de los daños
Lo primero que sobrecoge y dimensiona esta tragedia es la catástrofe humanitaria y emocional que nos conmueve y llama a la acción, son los casi trescientos muertos o desaparecidos y cientos de miles de afectados directamente, muchos de ellos de forma grave, como esos 100.000 beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital y pensiones no contributivas que viven en los municipios dañados por la DANA,
Pero hay otros factores estructurales que contribuyen a dar la auténtica dimensión de la mayor catástrofe de este tipo desde la segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos del XXI.
La amplitud del territorio afectado. La riada arrasó tres comarcas: la de Utiel-Requena, La Ribera y, sobre todo, l’Horta Sud. Un territorio que tiene 79 de los municipios más afectados por la dana -32 ciudades con daños severos- y que incluye el área metropolitana de Valencia y varias pedanías de la capital.
En esos municipios se concentra el 31% de la población de la provincia de Valencia, el 34,5% del PIB y el 34.4% del empleo.
El gran número de población afectada, más de 1 millón de personas. En los 79 municipios más afectados la población directa o indirectamente afectada por la riada suma 845.371 personas, es el 31,8% de la población total de toda la provincia de Valencia.. En las 31 ciudades con daños severos viven 535.479 personas. Y aún habría que sumar las decenas de miles de personas que trabajan en los polígonos industriales y grandes centros comerciales instalados en la zona, al menos otras 220.000 personas empleadas, según la Cámara de Comercio de Valencia, que darían un total de 1.065.371 afectados.
Según los datos aportados por las imágenes del satélite Copernicus, una herramienta de la Unión Europea para la prevención y análisis de emergencias, el área metropolitana de Valencia es la zona más afectada por la DANA, con Paiporta y los polígonos de Riba-Roja como auténticas “zona cero” de la riada.
Las infraestructuras dañadas que afectan gravemente a la movilidad. Los primeros informes hablan de más de 650 kilómetros de autovías y carreteras secundarias dañadas o destruidas. Más de 200 kilómetros de vías de ferrocarril dañadas o destruidas (unos 20 kilómetros), incluida la línea de alta velocidad Madrid-Valencia, con la vía interior del túnel de Chiva totalmente destruida.
Los daños en el tejido económico. Una primera aproximación de la Cámara de Comercio y el IVIE (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas) fijan en unas 54.000 empresas el tejido económico dañando. Más de 48.722 empresas concentradas en los municipios más afectados están dañadas, incluso destruidas, por el impacto de las aguas al ser un área de intensa actividad económica y comercial, tanto en polígonos como en zonas comerciales y en el interior de las poblaciones.
El sector servicios, con 38.431 empresas -11.500 son comercios fundamentalmente de autónomos y pymes- representa el 78,8% del total. Hay 6.000 empresas de la construcción, pero el impacto en el sector industrial, con 4.119 empresas, es especialmente significativo.
En total el daño económico se cifra en unos 22.000 millones de euros que representan el 34,5% del PIB de la provincia. Este daño estructural compromete el futuro cercano económico y social de toda Valencia. Necesitará un esfuerzo colectivo y de las administraciones hasta que las personas y las localidades afectadas recuperen sus vidas.