En el primer número de la revista estadounidense ‘Foreign Affairs’ salta a la vista un artículo bajo un título provocador y simbólico: ‘Es hora de atacar Irán. ¿Por qué un ataque es la opción menos mala?’
Irán fue el tema clave al cierre del año 2011 y sigue centrando la atención al inicio del año 2012.
Las intenciones de los países occidentales de imponer un embargo sobre el petróleo iraní han provocado amenazas por parte de Teherán de cortar el Estrecho de Ormuz, en el Golfo Pérsico, un paso marítimo extremadamente importante para el transporte del petróleo. EEUU, por su parte, advirtió de que contestaría con una operación militar: la libertad de navegación es uno de los pilares del poder mundial norteamericano, por lo que Washington nunca admitirá que alguien la intente menoscabar. Está desarrollándose una guerra psicológica, y el objetivo de cada una de las partes es mostrarse dispuesta a luchar hasta las últimas consecuencias.