El bipartidismo del PP y PSC sigue perdiendo apoyos en Cataluña, pese a haber minimizado en parte los daños que aventuraban las encuestas, sobre todo el PSC, y queda reducido a mínimos históricos con sólo el 16% del censo electoral. Respecto a 2012, entre los dos pierden casi 40.000 votos y 11 escaños.
Para el PP es un batacazo sin paliativos, el peor resultado desde 1999. Pierde 7 de sus diputados, pasa al quinto lugar entre las fuerzas políticas y profundiza su papel de fuerza irrelevante entre las fuerzas parlamentarias en Cataluña. Ni siquiera en Badalona, feudo del cabeza de lista, García Albiol, ha podido mantener la primera posición, que tenía en las municipales con el 34,21% de los votos. Pierde el senador por designación autonómica y su puesto en la mesa de la Cámara.
En el caso del PSC, puede que tenga razón Miquel Iceta y se haya detenido la sangría. Pero lo que es incuestionable es que su hundimiento imparable en las citas electorales de los últimos años tiene un mayor peso relativo.
Los resultados no sólo limitan la capacidad de actuación del PSC en Cataluña sino que ponen en cuestión las posibilidades de gobierno del PSOE a nivel nacional. Cataluña, junto con Andalucía, ha sido uno de los dos graneros históricos de votos y base de los gobiernos del PSOE. Los 522.200 votos de estas elecciones quedan a años luz de los casi dos millones de votos de las elecciones autonómicas de 1999 con Pascual Maragall, incluso bastante lejos de los casi 800.000 de José Motilla en 2006.
En estas elecciones sólo ha podido mantenerse como primera fuerza en tres (Cornellá, Santa Coloma de Gramenet y Badía del Vallés) de los quince municipios del “cinturón rojo” de Barcelona donde ganó en 2012, superado por Ciudadanos en 9 de ellos y por Junts Pel Sí en los otros tres.«El bipartidismo del PP y PSC sigue perdiendo apoyos en Cataluña y queda reducido a mínimos históricos con sólo el 16% del censo electoral»
Especialmente significativas son las debacles de l´Hospitalet de Llobregat en favor de Ciudadanos, la segunda ciudad más poblada de Cataluña, feudo histórico donde nunca había bajado del primer puesto, con porcentajes de voto superiores al 54%, reducidos ahora al 23% . Y la de Santa Coloma de Gramenet, otro feudo tradicional con el 60% de los votos en 1999 y con un 25% ahora, frente al 40% obtenido hace apenas cuatro meses en las municipales.
En los últimos 15 años el PSC ha perdido más de 30 puntos en el “cinturón rojo”, y si en estas elecciones puede decir que ha detenido su sangría ha sido apelando en estos municipios al voto por la unidad y contra los recortes entre la clase obrera y el pueblo trabajador, aún así insuficiente para recuperar su confianza.