«Todo aquel que se mueve, que transita, que busca, que no se contenta, que pone en duda y se pone en duda. Y con ello que permanentemente descubre y permanentemente se sorprende y permanentemente se adapta, y permanentemente lucha» Sergio Peris-Mencheta, director
¿Quién es Samba Martín?
La historia de Samba Martín está en el origen de esta obra. Es una mujer congoleña que murió por falta de asistencia médica en Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche. Vino del CIE de Melilla enferma, visitó hasta nueve meses la enfermería pero en el centro ni había traductores ni la atendieron debidamente. Samba estaba enferma de SIDA y murió por un hongo en el Hospital 12 de Octubre. Me pareció una historia escalofriante. Hoy el SIDA no se puede curar, pero si tratar. Pero Samba, bajo la tutela del Estado, ni siquiera fue diagnosticada y murió con tremendos dolores. La enterraron varios meses después y su madre no pudo ver el cadáver. Me impactó mucho y decidí escribir una pieza sobre la inmigración y sobre los CIE (Centros de Internamiento de Extranjeros) «El desarraigo es parte intrínseca del exilio»
3016 es el número de Samba. Hoy sólo somos números.
Sí, así es. Se les asigna un número y hasta los familiares deben llamarles por el número. De hecho nosotros en la función repartimos una pegativa con un número al público antes de empezar la obra para que se coloquen en el lugar del inmigrante. Queremos que el espectador no sea pasivo sino que parta de ese punto de vista desde el principio.
¿Se ha tomado alguna medida contra los CIE?
De entrada no deberían existir porque en la práctica son cárceles para gente que no ha cometido ningún delito. No tener papeles en regla es una falta administrativa no es un delito penal. En teoría el objetivo de los CIE era controlar a los extranjeros que cometían infracciones para expulsarlos pero en la práctica es una cárcel con menos derechos que los presos. La normativa está muy poco desarrollada y resulta ambigua. En las cárceles por ley los presos tienen garantizados sus derechos fundamentales pero en los CIE no. Esta situación da lugar a verdaderos horrores. La ONG Woman´s Link denunció que las mujeres víctimas de trata que tenían derecho a asilo nunca fueron informadas de ese derecho.
¿Por qué escribes la obra a través de monólogos?
Porque el monólogo refleja muy bien la soledad del emigrante o del exiliado. Sólo hay un actor en la escena y sirve muy bien a la historia que se cuenta.
Tú eres hijo del exilio. ¿Cómo se enfrenta uno al desarraigo?
El desarraigo es parte intrínseca del exilio, también lo es de la inmigración. El exilio es fruto de algo inmediato, obligado por una dictadura. El exilio es una huida y la emigración es más una decisión premeditada para mejorar tu futuro. Cuando llegas a un país que no conoces, que no hablas su idioma el desarraigo es inevitable. Tienes la necesidad de ir tejiendo redes con otros argentinos y con la gente de este país. Nos ayudó mucho tener un motivo por el que luchar como la escuela de teatro y soñar con otra Argentina.
Varios monólogos se refieren a la dictadura argentina. ¿Imaginaste alguna vez que asistirías a los juicios contra la Escuela Mecánica de la Armada?
No. De niño fantasee con la posibilidad de un juicio pero jamás lo imagine de verdad. Porque nunca había ocurrido; se juzgo a los vencidos en Nuremberg pero nunca a los vencedores de un conflicto apoyado por EEUU. La Junta Militar fue apoyada por muchos países y nunca imagine que se les podría juzgar por sus crimenes. Fue fruto de muchas cosas, pero sobre todo de la lucha y el tesón de las madres de la Plaza de Mayo durante 30 años y de la lucha de los hijos de los desaparecidos. Cuando me avisó mi tío de que iba a celebrarse el juicio y que iba a estar incluido el asesinato de mi padre no lo podía creer. Entonces recordé un eslogan de la asociación Hijos que dice: Lo imposible solo tarda un poco más.«Argentina es un ejemplo contra la impunidad»
¿Cómo se han resuelto los juicios?
El juicio contra la ESMA está vigente y se prevé que será un juicio largo. Son 70 imputados y casi 2000 testigos. El 90 % de los juicios son condenatorios. Se han juzgado por la justicia ordinaria, no se han constituidos tribunales adhoc de manera que no pueden ser amnistiados por ningún gobierno posterior. Son condenas firmes y como he dicho no pueden ser amnistiados porque se han tramitado a través de la justicia ordinaria. Argentina es un caso a estudiar contra la impunidad. En muchos casos se están juzgando no sólo a los responsables políticos sino a los instigadores económicos que financiaron o fomentaron la dictadura y se beneficiaron de las políticas económicas. Todas las dictaduras de América Latina durante los años 70 y 80 fueron instigadas por Washington. Si hay que buscar a los últimos responsables hay que buscarlos fuera de las fronteras de Argentina. Kisssinger se morirá con su Nobél pero juzgarle por genocidio sería una gran conquista.
Escribes e interpretas la obra. ¿En qué faceta te sientes más cómodo?
En cualquiera de las dos. Sentí la necesidad de escribir sobre la inmigración al conocer la historia de Samba y sobre el exilio al enterarme del juicio. Son historias muy personales.
¿Tienes más libertad en el teatro que en el cine?
El teatro y el cine tienen cada uno sus propias normas. Pero cuando he decidió hacer teatro ha sido porque quería escribir historias que me emocionaban especialmente. Y en cierto modo si soy más dueño del proyecto. Disfruto más porque es más personal y yo tengo capacidad de decir.
¿Qué proyectos tienes?
Estoy rodando en Barcelona una película con Marcelo Piñeiro mientras sigo de gira con la obra de teatro. Estaremos de gira todo el año y también viajaremos a Buenos Aires.