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Con nocturnidad y alevosía, como todos los ataques cobardes. Así ha atacado Israel a la Flotilla.
Cuando se encontraba atracado en el puerto de Túnez, a más de 2000 Km de las costas israelíes, y de madrugada, un dron ha atacado de madrugada el ‘Family’, el barco capitán de la Global Sumud Flotilla, también conocida como Flotilla de la Libertad.
Se trata de la embarcación donde viaja la el comité de dirección de la organización y la vez las caras visibles de la misión humanitaria, entre ellos la activista sueca Greta Thunberg o el brasileño Thiago Ávila -la misma tripulación que viajaba a bordo del Madleen- lo cual deja meridianamente clara la intención de golpear a la cabeza.
En el momento del ataque se encontraban a bordo del Family seis tripulantes, algunos de los cuales hacían guardia, prevenidos ante posibles sabotajes. El dron lanzó un proyectil que provocó un incendio en la cubierta, que fue sofocado minutos después sin causar heridos ni daños importantes.
Por precaución, la Global Sumud Flotilla ha dado orden de evacuar a todos los barcos de la misión, que también estaban siendo custodiados por miembros de la tripulación y voluntarios de diversos países, mayormente tunecinos, ante el temor a nuevos ataques.
Pese a los cobardes ataques, la misión humanitaria continúa. Casi 60 embarcaciones y entre 300 y 500 tripulantes de 44 países diferentes intentarán llegar a Palestina para romper el bloqueo israelí.
“Los actos de agresión destinados a intimidar y descarrilar nuestra misión no disuadirán”, ha declarado el comité de dirección de la Global Sumud Flotilla, para luego añadir que «la misión pacífica de romper el bloqueo en Gaza, llevar ayuda humanitaria para su población y crear un corredor operativo continúa con determinación”.
La Flotilla había llegado a Túnez, aclamada por miles y miles de personas, para esperar a varias embarcaciones que se habían quedado rezagadas debido a algunas averías. En total, la misión ya ha agrupado a varias decenas de barcos y se estima que alrededor de 40 barcos podrían salir rumbo a Gaza. Además, tanto en Italia como en Grecia hay alrededor de una decena de naves preparados para unirse en alta mar a la Flotilla, por lo que casi 60 embarcaciones y entre 300 y 500 tripulantes de 44 países diferentes intentarán llegar a Palestina para romper el bloqueo israelí.
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Piratería, impunidad y desprecio por la legalidad internacional
Todos y cada uno de los cientos de tripulantes de la Global Sumud Flotilla saben que participan en una misión humanitaria que en un momento u otro va a ser hostigada, interceptada o abordada por Israel. La brutal historia de ataques de las fuerzas armadas sionistas contra las diferentes expediciones de la Flotilla de la Libertad -incluyendo el mortífero ataque al Maavi Marmara en 2010, con 9 activistas asesinados, pero también el más reciente ataque con dron frente a las costas maltesas, en mayo– no permite hacerse ilusiones sobre otra cosa.
Pero sin embargo, el grado de impunidad y de desprecio a la legalidad internacional de Israel vuelve a causar perplejidad.
Evidentemente, nadie ha reclamado la autoría del ataque, pero nadie tiene ninguna duda. Lo han hecho no ya en aguas internacionales -como en el abordaje del Madleen, o el ataque con dron frente a las costas maltesas, lo cual es legalmente un acto de piratería- sino en el puerto de una nación soberana, lo que es mucho más grave, un acto hostil.
Israel y Netanyahu cuentan con una gruesa capa de impunidad diplomática, que le protege casi de cualquier sanción: la que le da el ser el gendarme militar de los EEUU en Oriente Medio
Israel cuenta con los medios militares y tecnológicos para perpetrar esta criminal acción a más de 2.000 Km de sus costas.
Pero sobre todo Israel y Netanyahu cuentan con una gruesa capa de impunidad diplomática, que le protege casi de cualquier sanción: la que le da el ser el gendarme militar de los EEUU en Oriente Medio, la que le confiere ser el brazo ejecutor de la dictadura mundial de Trump en esa parte del mundo.