Recortes Cero ha acudido a la manifestación convocada por los sindicatos con el lema Redistribución de la Riqueza. El bloque lo cerraba una gran pancarta en la que se podía leer por la Unitat del poble treballador.
Son dos hechos que revelan como, tras un intenso año marcado por la doble convocatoria electoral, existe una nueva correlación de fuerzas política en España, en la que no han desaparecido los riesgos y peligros, pero donde existen también oportunidades que debemos saber aprovechar.
Intentan convencernos del retroceso del movimiento popular. Silenciando o ninguneando las movilizaciones que de jueves a domingo se han celebrado en más de 15 ciudades, culminando con una marcha en Madrid. O difundiendo que “el gobierno del PP está ahora más fuerte” y cuenta con el apoyo de PSOE o Ciudadanos.
La realidad es exactamente la contraria. Las manifestaciones organizadas por los sindicatos han sido un éxito de unidad, y han supuesto el regreso, también en la calle, en una cadena de movilizaciones que apenas ha comenzado, de la mayoría progresista. Y en el parlamento tres de las leyes emblemáticas del gobierno del PP (la LOMCE, la ley Mordaza y la reforma laboral) han quedado “tocadas”, reprobadas por una amplia mayoría que va desde PSOE o Unidos-Podemos a Ciudadanos.
El gobierno de Rajoy se empeña en perpetuar el grado de saqueo alcanzado contra la población, defendiendo con uñas y dientes leyes como la reforma laboral, el marco principal que permite el atraco a los salarios. O apuntando hacia la necesidad de “reformar el sistema de pensiones”. El FMI acaba de publicar su “Informe sobre España”, encabezado por “la necesidad de mantener las políticas económicas que han funcionado”, es decir la oleada de recortes impuesta en los últimos años.
Pero los hechos ya no permiten una repetición de la anterior legislatura. Porque el avance de la mayoría social progresista se ha convertido en un fuerza que, le pese a quien le pese, se expresa tanto en la calle como en el parlamento. Y la minoría parlamentaria del PP ya le ha costado las primeras pero significativas derrotas, cuando apenas estamos en el comienzo de la legislatura.
Los hechos, siempre tozudos, nos dicen que incluso podría haber otro gobierno en España si existiera voluntad política entre las fuerzas que han votado conjuntamente contra algunas de las principales medidas del gobierno de Rajoy.
Hoy existen mejores condiciones que hace un año para poder avanzar en la defensa de los intereses populares. Esto es lo que que quieren ocultar, para impedir que podamos aprovecharlo.
El primer aspecto clave que va a decidir lo que suceda en los próximos meses es la línea que encabece al movimiento popular. Desde Recortes Cero y desde UCE hemos contribuido a que avance la línea de redistribución de la riqueza. Los responsables de CCOO y UGT ha remarcado la necesidad de “repartir la riqueza”, puesto que “este es un país que crece, que genera riqueza”. Y los medios de comunicación se han referido a que en la manifestación “los sindicatos exigen otra redistribución de la riqueza generada con la recuperación”.
El segundo factor clave es avanzar en un frente amplio de unidad que aglutine a la mayoría progresista. Las victorias parlamentarias que han tumbado leyes emblemáticas del gobierno del PP señalan que esta es una batalla en la que podemos obtener importantes triunfos si colocamos en primer plano la unidad. Frente a quienes apuestan por un “frente de izquierdas” que reste fuerzas, presentándose como la única alternativa progresista frente a una “gran coalición” encabezada por el PP.
En los discursos de la manifestación de Madrid se ha remarcado que “hay una mayoría parlamentaria que debe ser sensible a la mayoría ciudadanos”.
Hemos contribuido también de forma decisiva (a través de los manifiestos “Por un gobierno de progreso. Por un acuerdo PSOE, Unidos-Podemos, Ciudadanos) a que se abra paso esta línea de unidad.
Es significativo que el secretario general de UGT, José María Álvarez, haya declarado que “ha llegado la hora de repartir la riqueza”, publicado un artículo bajo el titulo “Blindar la pensiones”, y señalado que “me hubiera gustado que los partidos de izquierdas se hubieran puesto de acuerdo, y ahora estaríamos en otra situación si hubiéramos tenido un gobierno de izquierdas y de progreso, pero por desgracia no ha sido así, y eso es lo que opina la inmensa mayoría de los votantes de izquierdas, y eso nos obliga a vivir en esta situación que no obliga a intentar sumar en el parlamento esa mayoría”.
Dijimos que el nuevo gobierno del PP no cerraba nada, sino que abría otra etapa en unas condiciones nuevas. La realidad lo ha confirmado. Tenemos una nueva oportunidad para hacer avanzar la defensa de los intereses populares, y esta vez no debemos consentir que se desaproveche.
Anónimo dice:
Redistribución de la riqueza y no más salarios de subsistencia, para que no tengamos que pagar por trabajar y hacer un país en el que se pueda hablar con libertad de nuestra procedencia, sin prejuicios de origen, también hay prejuicios entre CCAA y nos disfrazamos de NO RACISTAS. Arzallus y Egibar todavía mirando de reojo a los de abajo. DENOK BEGIRAKADA BAT GORA!