Los sindicatos han convocado para este Primero de Mayo manifestaciones en más de 70 ciudades españolas bajo el lema «Tiempo de ganar». Las movilizaciones de la mujer y las pensiones han impulsado una jornada que ha sido un éxito de participación.
La brecha salarial, las pensiones y las medidas contra la violencia de género y sexual fueron los problemas más reivindicados. «Exigimos el reparto de la riqueza. Hay que repartir la riqueza que se está generando en nuestro país. No puede estar yendo a manos de unos pocos. Hay que acabar con esto y hay dos patas: una es la negociación colectiva y otra los salarios. Tienen que subir los sueldos de las mujeres y de los jóvenes” dijo Pepe Álvarez, de UGT.
La recuperación económica que pregona el Gobierno llega a las cuentas de beneficios de la gran banca, las grandes empresas y monopolios y al capital extranjero. Pero a las clases trabajadoras llega en forma de empleo precario, bajos salarios y mínimos derechos laborales, además de un paro estructural con casi dos millones de parados de larga duración. En los últimos años las reformas de PSOE y PP han creado un nuevo mercado de trabajo. Logrado en lo fundamental el despido libre, rápido y barato, la reforma de Rajoy se centró en la flexibilidad interna del mercado de trabajo con un objetivo bien definido: cambiar la estructura y las condiciones de la clase obrera y el marco legal de las relaciones laborales.
Comités de empresa de todos los sectores marcharon juntos el día de la clase obrera: los trabajadores de Coca-Cola, los trabajadores de ambulancias, de los servicios de limpieza, del teatro de la Zarzuela…Una nueva clase obrera con menos derechos, que ha perdido derechos adquiridos durante décadas de lucha y pactados en convenios colectivos respecto a salarios, estabilidad en el empleo, jornada laboral, tiempo de descanso, movilidad, peligrosidad, horas extras, vacaciones…
En este 1 de mayo tras la brecha abierta por el proces y la criticada participación de los sindicatos en las últimas manifestaciones independentistas, era más importante que nunca fortalecer la unidad del pueblo trabajador de todas las nacionalidades y regiones de España, clave para avanzar en las luchas. Unai Sordo y Pepe Álvarez se refirieron en su intervención final al internacionalismo y a los valores comunes del 1 de Mayo y la necesidad de organizarse para ganar.
Comités de empresa de todos los sectores, asociaciones de migrantes y organizaciones políticas y sociales se han manifestado unidas en un ambiente festivo donde se sentia la confianza del poder efectivo de la movilización para cambiar las políticas tras las últimas manifestaciones. El rojo y el morado han sido los colores de este 1 de Mayo. Una pancarta contra la sentencia de ‘la manada’ encabezaba la protesta de CCOO y UGT del 1 de mayo en Barcelona.
También se podían escuchar consignas contra la intervencion española en Siria. «No queda dinero para las pensiones, porque Cospedal se lo gasta en cañones» cantaban militantes de Unificación Comunista de España. Porque la defensa de la paz y la neutralidad de España es fundamental para una política de progreso. No se pueden revertir los recortes ni llevar adelante una política redistributiva sin defender la soberanía nacional de nuestro país cada vez más encuadrado en las guerras de EEUU. No se puede defender otra política en favor de los intereses de la mayoría del pueblo sin señalar a los principales explotadores de nuestro país