Cuando esta revista, Chispas, era solo un proyecto, hace ya 17 años, Ángel Lozano contribuyó decisivamente a que se convirtiera en realidad. Lo mismo ocurrió con otros proyectos, como la revista cultural Foros, el periódico De Verdad, las Escuelas de Marxismo…
Ángel Lozano fue, durante toda su vida, comadrona, ayudando a parir proyectos revolucionarios. Pero jamás se limitó a ese primer, aunque decisivo, empujón.
El pensamiento, del que hoy nos nutrimos todos los que escribimos en Chispas tiene en Ángel uno de sus principales manantiales.
Si Ángel nos sigue ayudando a comprender lo que sucederá mañana no es solo por su enorme bagaje de conocimientos, o por su profunda comprensión del marxismo y su capacidad para aplicarlo al análisis de cada situación concreta.
Es, sobre todo, porque en cada momento se atrevía a trazar un camino revolucionario, desde una posición por la revolución que jamás sometió a negociación alguna.
Os ofrecemos dos de los muchos artículos escritos por Ángel, uno de 2009, en una de las Escuelas de Marxismo que él dirigió, y que anticipa las principales corrientes que hoy siguen determinando la situación mundial, otro de hace unos pocos meses.
Ambos son un pequeño ejemplo de lo mucho que Ángel todavía puede enseñarnos.
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El ocaso imperial y la emergencia de los reinos combatientes
(Intervención de apertura de la Escuela Central de Marxismo. Agosto de 2009)
“Un gran desorden bajo los cielos conduce a un gran orden bajo los cielos”.
Difícilmente se puede encontrar una cita más adecuada para expresar el nuevo y turbulento período en el que ha entrado el mundo.
Mientras todos los ojos están hoy pendientes de la crisis económica mundial, el rasgo principal que caracteriza la actual situación internacional es, sin embargo, la transición entre el ocaso imperial de la superpotencia yanqui y la emergencia de los “reinos combatientes”.
El período de los reinos combatientes es un larga etapa de más de dos siglos de la historia china en el que, ante el declive del poder imperial de la dinastía Zhou, siete señores de la guerra regionales iniciaron un proceso de anexión de los estados más pequeños de su alrededor y consolidaron su dominio. Abandonando el titulo de duques y nombrándose a sí mismos como reyes, para expresar que se tenían como iguales al rey Zhou, estos siete reinos combatientes iniciaron un largo proceso de guerras, conflictos y alianzas móviles y cambiantes, que concluiría con la unificación de China por la dinastía Qin a finales del siglo III antes de Cristo.
Al igual que en ese lejano período de la historia china, el mundo se enfrenta hoy a un largo período de transición entre el ocaso imperial de EEUU y la irrupción y la emergencia de nuevos centros de poder, de reinos combatientes, China, Rusia, India, Brasil,… que aspiran también a tratarse como iguales con la declinante superpotencia.
(…) la irrupción de la línea agresiva, militarista y de expansión imperial de la fracción de la clase dominante yanqui representada por Bush II ha quebrado con su aventurerismo la situación de preponderancia de la que salió EEUU de la Guerra Fría.
(…) El estallido de la crisis financiera en Wall Street ha terminado por abrir las puertas de par en par a un período de transición necesariamente desordenado y caótico entre su ya imposible orden unipolar y el nuevo orden todavía por gestar.
Entrevista con Ángel Lozano, director de Chispas.
“El núcleo de todo es que los pueblos avanzan y el imperialismo retrocede”
(Chispas nº 162. Diciembre de 2016)
Chispas.- Tras 8 años de presidencia de Obama, ¿se puede decir que, a pesar de algunos éxitos parciales, ha continuado agudizándose el declive norteamericano?
Ángel Lozano.– Sí, sin lugar a dudas. Y en todos los terrenos. En lo militar, las agresiones a Siria y Libia se han saldado con un rotundo fracaso que han sumido a ambos países, y por extensión a todo Oriente Medio, en un caos sangriento cada vez menos permeable a la influencia norteamericana. El llamado “reset”con Rusia ha conducido a que Moscú se vuelva a situar en el rango de potencia política y militar mundial. En lo político, la primavera árabe impulsada por Obama ha acabado con el retorno de la dictadura militar a Egipto, la emergencia de Irán como potencia regional, los enfrentamientos con la Turquía de Erdogan o las crecientes tensiones y el distanciamiento de Arabia Saudita. Y en lo económico, a pesar de la ingente cantidad de deuda entregada a su sistema financiero y a sus grandes corporaciones, la realidad es que el peso de la economía norteamericana en el PIB mundial no ha dejado de retroceder en las últimas décadas. Y en el otro lado de la balanza hay que poner que mientras se produce este acelerado retroceso económico, el coste de mantener el monstruoso aparato político-militar que le asegura, de momento, la hegemonía, no para de crecer. (…)
Ch.- Hay una idea dominante en la izquierda, afirmando que hay una ofensiva neoliberal ante la que los pueblos no podemos hacer nada, ¿los hechos no nos dicen lo contrario, que los pueblos ganan terreno y las grandes potencias retroceden?
A.L.- Sí, ese es el núcleo de todo. En realidad este el problema principal de EEUU. Ellos retroceden porque los pueblos avanzan. No se puede entender el mundo de hoy, ni por tanto el del futuro, si no se adopta una mirada de largo alcance. Hace sólo 30 años el mundo estaba constreñido y atemorizado ante la disputa de las dos superpotencias hegemonistas, EEUU y la URSS, por el dominio mundial. Hoy una de ellas ha sido felizmente eliminada del mapa. Y la otra se muestra crecientemente impotente para contener la lucha de los pueblos por su independencia y liberación. Y aunque ocasionalmente pueda obtener algunos éxitos pasajeros, la tendencia observable en el mundo es a que los pueblos avancen y el imperialismo y el hegemonismo retrocedan. En la década de los 70 Mao Tse Tung definió a EEUU como un gigante pero con sólo diez dedos, insuficientes para sujetar a la cantidad de pulgas que se movían entre ellos. Hoy, ese mismo gigante no sólo ha menguado, sino que debido a las derrotas sufridas por la revolución de los pueblos y los avances en la independencia y autonomía de multitud de países, ha sufrido la amputación de varios de esos dedos. Mientras que las pulgas se han multiplicado por todo el planeta.