Trump saca a EEUU de los tratados con Rusia sobre armas atómicas

El presidente norteamericano Donald Trump ha anunciado que EEUU se retirará del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio con Rusia, firmado en los últimos momentos de la Guerra Fría entre Ronald Reagan y Mijail Gorbachov. Aquel acuerdo comprometió a ambos países a eliminar los misiles nucleares balísticos y de crucero, de corto y mediano alcance (entre los 500 y los 5.500 kilómetros).

Trump ha justificado esta ruptura en el incumplimiento por parte del Kremlin. “Lamentablemente, Rusia no ha honrado el acuerdo. Así que vamos a rescindirlo. Vamos a abandonarlo». Y también en que su gran rival geoestratégico, China, no esta atada al INF. Y ha dado carta libre para que EEUU “desarrolle estas armas”.

No es la primera vez que EEUU se desentiende de tratados sobre misiles y armas nucleares firmados previamente con Rusia. En 2002, un G.W.Bush en el cénit de su poder sacó a Washington del Tratado de Misiles Antibalísticos (ABM), que prohibía las armas diseñadas para contrarrestar los misiles nucleares balísticos. La vía libre al «Escudo antimisiles» hizo que en 2007, Vladimir Putin también retirara a Rusia del ABM.

Aunque los planes de instalar este escudo antimisiles en Europa fueron abandonados por Obama en 2009, los rusos han seguido desarrollando armas balísticas. En marzo de este año Putin anunció – a bombo y platillo en medio de la campaña electoral- que Rusia tiene una nueva generación de armas capaces de atravesar las defensas de EEUU.«Trump quiere garantizar que la distancia que separa a la superpotencia de sus rivales en el pleno tecnológico y militar siga siendo abrumadora e inalcanzable. «

Pero lo cierto es que, aunque la audacia y agresividad del oso ruso sea un factor, la línea Trump tiene como uno de sus principales ejes el fortalecimiento de su incomparable poder militar. Por mucho que el Kremlin se rearme, solo en presupuesto bélico la superpotencia norteamericana (604.452 millones de dólares) multiplica por 4,2 los gastos de China (145.039 millones) y por 10 los presupuestos de Rusia (58.900 millones).

Trump quiere garantizar que la distancia que separa a la superpotencia de sus rivales en el pleno tecnológico y militar siga siendo abrumadora e inalcanzable. Esta es una de las premisas del mantenimiento de una supremacía. Con el mismo objetivo anunciaron hace pocos meses la creación oficial para el 2020 de la sexta división del Pentágono, un Ejército dedicado al control estadounidense de la órbita terrestre.

La Casa Blanca fortalece sin cesar su maquinaria bélica y pone firmes a sus vasallos y aliados de la OTAN para que cierren filas con sus planes militares. Pocas semanas después de que Rusia y China realizaran en el Lejano Oriente las megamaniobras militares Vostok-18, EEUU ha subido el órdago realizando – en aguas del Ártico- los ‘Trident Juncture 18’, los mayores ejercicios militares que realiza la OTAN desde la Guerra Fría: 50.000 efectivos, 10.000 vehículos, 250 aviones, 65 barcos… en aguas cercanas a Rusia.