¿Cuales serán las consecuencias en EEUU y todo el globo?

Trump gana las elecciones: terremoto en EEUU y en el mundo.

Aunque aún está por ver en qué políticas -internas e internacionales- se concretará el “trumpismo 2.0”, el retorno del republicano a la presidencia es un terremoto político para EEUU y para el mundo.

Tras la campaña electoral más reñida de la historia de EEUU, Donald Trump ha ganado las elecciones, y volverá por segunda vez a la Casa Blanca. Lo ha hecho con contundencia, ganando a su oponente, Kamala Harris, por cuatro millones de votos, y obteniendo 312 votos electorales.

Trump retorna al Despacho Oval acumulando un enorme poder político, mucho más que en su primer mandato. Los republicanos dominan el Senado, y si se confirma el control de la Cámara de Representantes, donde ya acarician la hegemonía, tendrán via expedita para llevar adelante su agenda. Tampoco el Poder Judicial supondrá un contrapeso esperable, dado que los tres jueces del Tribunal Supremo nombrados por Trump aseguran una supermayoría conservadora.

Aunque aún está por ver en qué políticas -internas e internacionales- se concretará el “trumpismo 2.0”, el retorno del republicano a la presidencia es un terremoto político para EEUU y para el mundo.

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El “renacido” de una larga lista de causas penales

Una vez más, con Trump estamos ante un hecho completamente inédito. Un reo, un condenado por causas penales, va a sentarse en el Despacho Oval

Hace casi cuatro años, una turba de miles de trumpistas estaba irrumpiendo violentamente en el Capitolio, después de que Trump se negara a reconocer la victoria de Biden, de que alentara a sus seguidores con consignas golpistas, y que presionara a gobernadores como el de Georgia para que hiciera pucherazo.

Después de aquellos tumultos golpistas, muchos asumimos que era el fin político de Donald Trump, que aquellos gravísimos hechos serían aprovechados por la otra fracción de clase para meterlo entre rejas. Pudimos ver como muchos oligarcas y grupos monopolistas que lo habían apoyado en sus cuatro años de mandato lo «abandonaban».

A lo largo de los últimos cuatro años, hemos visto como Trump se enfrentaba a un viacrucis político y judicial: además de la investigación del Congreso sobre sus responsabilidad en la toma golpista del Capitolio o del intento de pucherazo en Georgia, que determinó de manera clara su autoría directa, el FBI irrumpió en su mansión de Mar-a-Lago para rescatar documentos de alto secreto que Trump se había llevado de la Casa Blanca, un delito federal.

Pero además Trump es el primer mandatario condenado en firme por 34 delitos graves -por el caso de los pagos a la actriz porno Stormy Daniels- con consecuencias penales. Asimismo, tiene numerosas causas abiertas por otros muchos delitos económicos de sus empresas. Todo ello quedará en nada: un presidente de los EEUU puede autoindultarse.

Este panorama bastaría para declarar «cadáver político» a cualquier mandatario del mundo. Pero no a Trump.

No, porque -al igual que Biden o Harris- Trump es un representante de un sector de la clase dominante norteamericana. Poderosos sectores de la burguesía monopolista yanqui impulsan, apoyan y promueven la línea que Trump representa para dirigir los destinos de la superpotencia.

Este es el verdadero “indulto” que le ha permitido escapar de todas sus causas con la Justicia, y que le ha llevado de nuevo a la Casa Blanca.

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Un periodo de incertidumbre en el plano internacional

¿Quo Vadis, Trump 2.0?

El cambio de linea en la Casa Blanca va a tener hondas repercusiones en diferentes partes del mundo, aunque está por ver aún que forma concreta, qué objetivos específicos y que prioridades adopta la «línea Trump 2.0».

Aunque guiados por los mismos imperativos geopolíticos, hay escenarios donde la linea Trump marca una radical diferencia con la de los demócratas, lo cual -hasta que asuma la presidencia y empiece a desplegar sus políticas- abre un periodo de incertidumbre.

Conforme se acerque la fecha de su toma de posesión, en enero de 2025, es previsible que se vayan despejando las dudas acerca de su política internacional. Estas son algunas de las incógnitas.

¿Qué va a ocurrir con Ucrania? Trump ha declarado en múltiples ocasiones su intención de que bajo su presidencia decaerá el apoyo militar a Kiev y que obligará a Ucrania a aceptar el chantaje de «paz por territorios» de Putin. De producirse ¿será a cambio de que Ucrania entre en la OTAN o no?. Veremos en qué se traduce esto en concreto

El regreso de Trump la Casa Blanca va a tener hondas repercusiones en diferentes partes del mundo, aunque está por ver aún que forma concreta adopta la «línea Trump 2.0»

¿Qué va a ocurrir en Oriente Medio? Trump ha prometido “sacar a EEUU de todas las guerras”, pero su respaldo hacia Netanyahu y los sectores más duros y belicistas del sionismo, y su aliento hacia una línea de mayor hostigamiento a Irán es innegable.

¿Qué políticas va a seguir hacia China? Buena parte de la campaña de Trump se ha basado en asegurar que impondrá aranceles de hasta el 60% a las mercancías chinas, pero eso podría tener graves consecuencias internas en EEUU, encareciendo muchos productos. ¿Cómo actuará un Trump que ya rompió con la política de “Una Sola China” en el conflicto de Taiwán?

¿Y hacia Europa? ¿Volverán las fuertes tensiones en las relaciones trasatlánticas, las guerras comerciales y las subidas de aranceles? ¿Volverán las fuertes presiones para que los aliados europeos de la OTAN eleven sus presupuestos militares incluso hasta el 4% de sus PIB?

Por otra parte, es innegable que importantes sectores de las clases dominantes europeas estaban “aguardando a Trump”, en particular unos gobiernos y partidos de extrema derecha que no han tardado en festejar el resultado. ¿Veremos un nuevo impulso a sus discursos xenófobos, racistas, antiprogresistas y que claman abiertamente (como Milei) contra todo lo que huela a justicia social, promoviendo un modelo social draconiano?

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Un ultrareaccionario programa del que Trump se desvincula

¿Qué hay del ‘Project 2025’?

Viñeta de Nick Anderson

Se ha venido hablando de él durante toda la campaña, y ahora todos se preguntan hasta que punto Trump lo llevará a la práctica. El ‘Project 2025’ es un documento de 900 paginas, una hoja de ruta para el gobierno de Trump elaborada por uno de los más importantes -y reaccionarios- ‘think tanks’ del Partido Republicano, la Heritage Foundation.

Preguntado por su vinculación, Trump siempre ha dicho que no tenía «ni idea de quién estaba detrás del Proyecto 2025. “Algunas de las cosas que están diciendo son absolutamente ridículas y pésimas”. Pero el hecho es que varios de sus redactores están en su círculo más estrecho de colaboradores y trabajaron en puestos de responsabilidad de su anterior gobierno. Y que Trump se hace eco de muchas de las propuestas del Plan en sus mitines.

¿Qué propone el ‘Project 2025’?

  • Una reforma drástica del Gobierno de EEUU, incluida la eliminación de algunas agencias federales -por ejemplo el desmantelamiento del Departamento federal de Educación y el Departamento de Justicia, despidiendo a 50.000 funcionarios para reemplazarlos con empleados conservadores leales a Trump- y una amplia expansión del poder presidencial.
  • Ofensiva contra los derechos de las mujeres. Restricciones al derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, prohibiendo las píldoras abortivas. Eliminación de los currículums escolares toda mención a “orientación sexual”, “diversidad, equidad e inclusión”, “igualdad de género”, “aborto” y “derechos reproductivos”.
  • Recortes en políticas ambientales y frenar “la guerra contra el petróleo y el gas natural”.
  • Economía. Recortar los impuestos corporativos y sobre la renta. Abolir la Reserva Federal e incluso considerar un retorno a la moneda respaldada por oro.
  • Inmigración. Aumentar la financiación para el muro en la frontera entre EEUU y México, así como de varias agencias de inmigración. Despliegue del Ejército en la frontera.

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