Según un estudio publicado en la revista Achives of Internal Medicine, desarrollado en ocho comunidades autónomas y coordinado por la Unidad de Investigación de Atención Primaria de Vizcaya, una receta con todo un plan bien estructurado de actividad física y previamente consensuado entre médico y paciente en una consulta de 15 minutos, es el mejor remedio para el sedentarismo: un ritmo de actividad que afecta a la salud de la población en las sociedades de capitalismo desarrollado. ¿A quién está dirigido este estudio? ¿y la alternativa?
Según el estudio a los seis meses de tratamiento entre un 7% y un 11% de los acientes ya son activos. La obesidad, la hipertensión y otros factores de riesgo cardiovascular pueden prevenirse en una actuación que busca, en los hechos, ahorrarse el “parcheo” sintomatológico, o el tratamiento a las patologías que el paciente acaba sufriendo con el tiempo.La orientación es buena: “Tenemos que empezar a hablar en términos de salud y prevención más que de enfermedad y curación”, afirma Gonzalo Grandes Odriozola, investigador principal del trabajo.Según la OMS – Organización Mundial de la Salud – al año se producen 1,9 millones de muertes cuyo origen es el sedentarismo. Las conclusiones del estudio permiten reducir en un 25% las probabilidades de sufrir una muerte prematura y un 50% las enfermedades más comunes.El doctor Grandes señala dos problemas a los que se han tenido que enfrentar en la investigación y el plan de actuación:El primero es la falta de tiempo del que disponen los profesionales para atender a los pacientes proporcionando además un seguimiento adecuado. La reivindicación de un mínimo de 10 minutos por paciente es ya un clamor en la comunidad sanitaria y un objetivo perseguido por colectivos y sindicatos. No se trata ya de romper con “la cadena de reparaciones” en la que se convierte la sanidad pública, sino de disponer de un poco más de tiempo que cambia sustancialmente la atención, el trabajo de los profesionales e, incluso, la satisfacción en el trabajo y, por lo tanto, el mayor rendimiento, cuidado y efectividad.El segundo es la financiación. Un estudio que implica una línea de actuación en la que los medicamentos brillan por su ausencia y la rentabilidad en saldo de beneficios no está en juego para ninguna farmacéutica, solo puede mantenerse y desarrollarse sobre la base de la voluntad por parte de la administración de llevarla adelante.Sin duda lo que inmediatamente se pone de manifiesto no es solo lo dicho. Necesariamente el estudio ha de apuntar a que condiciones de vida y alimentación se nos imponen día a día. Una noticia que ha pasado inadvertida pero de gran repercusión para la salud de todos, tanto como que estamos hablando de “tiempo de vida”. Más si se le da alas y prospera.