Los conservadores se quedan por debajo de la mayoría absoluta con unos 318 escaños, 12 menos de los que obtuvieron en 2015. La estrategia del «Brexit duro» difícilmente podrá llevarse adelante con este resultado.
Estos resultados suponen un tremendo fracaso para los tories que comenzaron la campaña con una ventaja de 20 puntos sobre los laboristas que encabezaron el recuento durante buena parte de la noche. Con el adelanto de las elecciones esperaban una victoria arrolladora que diese autoridad a May para la negociación del Brexit. Los laboristas encabezados por Jeremy Corbin que sube a 261, 29 escaños más que en 2015, intentarán la formación de un gobierno en minoría.
UKIP son los grandes perdedores de la jornada en porcentaje de votos, con una caída del 11%, perdiendo la representación parlamentaria, y los nacionalistas del SNP retroceden en Escocia en favor de los laboristas.
Los resultados hacen muy difícil la formación de gobierno, hay quien advierte ya de la posibilidad de unas nuevas elecciones lo que enmarañaría las negociaciones del Brexit.
“Brexit significa Brexit”, dijo Theresa May nada más tomar posesión de su cargo como primera ministra anunciando una salida de la UE y del mercado único europeo, pero la estrategia del «Brexit duro» difícilmente podrá llevarse adelante con este resultado.