Según datos del mismo Banco de España, la deuda de los bancos españoles con el Banco Central Europeo (BCE) se elevó en julio a 130.200 millones de euros. Esto supone que la banca española recibe casi un 30% de la totalidad de los préstamos del BCE. Sin embargo, el Producto Interior Bruto (PIB) de España es sólo algo más del 10% del sistema europeo. La banca española tiene que responder a vencimientos de unos 175.000 millones de euros. Este oligopolio financiero se apropia del dinero del BCE para tapar sus agujeros negros y seguir con beneficios, pero a costa del bienestar del 90% de la población española, de la riqueza de todos nosotros.
Esta es la causa subyacente en la aguda contradicción que existe en Esaña, donde la banca española está obteniendo cantidades inmensas de dinero del BCE y, sin embargo, las pymes y las familias siguen sin conseguir los créditos necesarios para la inversión productiva y la creación de riqueza y empleo. Todos los fondos provenientes del BCE son empleados, por un lado, en el pago de la deuda que tienen los bancos españoles, especialmente el Santander y el BBVA, con los bancos alemanes y franceses, mayoritariamente. Y, por otro lado, pueden seguir aumentando sus beneficios en plena crisis, algo sangrante para los que la sufrimos. Y para mantener semejante sangría el oligopolio financiero ha falseado la realidad para que el propio BCE al que piden el dinero les pudiera dar todos los parabienes en el supuesto test de resistencia ante situaciones graves de pérdidas. Pero tanto los unos como los otros cuentan con que esas enormes pérdidas y esos agujeros negros los va a pagar, los está pagando, el 90% de la población española. Mediante los planes de rescate bancarios y los fondos para una reestructuración bancaria “ordenada”, que no hace más que entregar las cajas al capital extranjero, pagamos con nuestro dinero público. Mediante las rebajas salariales, directas o indirectas, el aumento de los impuestos, presente y futuro, y el recorte de los gastos sociales, iniciados y por iniciar, pagamos con nuestro dinero personal. Hay que cambiar esta situación. O ellos o nosotros.