Hemos conocido un nuevo registro de la brutal deendencia respecto a la financiación exterior de la economía española, canalizada a través de los préstamos contraídos por bancos españoles con el capital extranjero. El importe que las entidades financieras tenían pendiente de liquidar con el Banco Central Europeo (BCE) ascendía en marzo a 72.831 millones de euros, un 64,8% más que hace un año, cuando alcanzó los 44.173 millones de euros, según datos del Banco de España. Este importe es el saldo vivo que las entidades residentes en España aún tienen pendiente de devolver al Banco Central Europeo (BCE) como consecuencia de la financiación que el instituto emisor les ha concedido. El importe registrado en marzo es un 26,6% superior al de enero, que alcanzó los 57.488 millones de euros, y la más elevada desde octubre de 2007, dos meses después de estallar la crisis ‘subprime’. En marzo, el saldo del conjunto del Eurosistema se elevó hasta los 607.356 millones de euros, un 29% más respecto al mes de marzo de 2008. Los bancos españoles elevaron su deuda con el BCE en un porcentaje (64,8%) que dobla con creces la media europea, prueba evidente de su dependencia de la financiación exterior. Esta no es sólo una deuda contraída por los grandes bancos. La acabamos pagando cada uno de los españoles a través de planes de rescate, avales públicos, incremento de las comisiones o de los intereses de los créditos. Botín y compañía no están dispuestos a reducir sus beneficios para pagar sus deudas, y las cargan sobre cada uno de nosotros.