El grupo armado señaló en un comunicado que «en vista de la crisis humanitaria sin precedentes y en respuesta a las llamadas hechas por la ONU (Organización de Estados Americanos), la Unión Europea, los Gobiernos de Estados Unidos, la India y otros, el LTTE ha anunciado un alto el fuego unilateral. Todas las operaciones ofensivas cesarán con efecto inmediato».
El gruo Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE), que fue cercado por el Ejército ceilanés en el noreste de Sri Lanka, dio a conocer este domingo un alto al fuego unilateral que resultó rechazado por el Gobierno.LTTE instó a la comunidad internacional para que negocie una salida y el Gobierno de Sri Lanka se adhiera al cese al fuego, en momentos en que el Ejército ceilanés logró cercar al grupo de Liberación en la costa del país.No obstante, la Administración del país rehusó la propuesta, y Palitha Kohona, secretario de EXteriores, afirmó que el Ejército continuará con sus operaciones y tildó como un «esfuerzo cínico» de imagen.»El LTTE no está en posición de pedir ni exigir nada. Pretenden declarar un alto el fuego cuando hace tiempo que han hincado la rodilla», dijo Kohona.El grupo armado lanzó acusaciones este sábado de «inanición» inminente para «165 mil» personas en las áreas bajo su control, pese a que la ONU considera que actualmente existen unas 50 mil y el Gobierno de Sri Lanka ha estimado que hay entre 15 mil y 20 mil personas.»Las muertes por hambre son inminentes», denunció este domingo la guerrilla en su comunicado, tras acusar al Gobierno de bloquear deliberadamente los suministros de comida y medicinas y de atacar continuamente a los civiles que quedan atrapados en territorio rebelde.»Quienes han salido de zona de guerra han sido detenidos y se encuentran en campos de concentración donde están sometidos a tortura en violación de todas las convenciones internacionales. No se permite que esa población vuelva a casa. Algunos son usados como escudos humanos por el Ejército», añadió la nota.La semana pasada, el Ejército emprendió un ataque que generó el paso de unos 110 mil civiles a regiones gubernamentales, alojados en campamentos apostados para tal efecto por el Gobierno.En la noche de este sábado llegó a Sri Lanka el subsecretario de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes quien solicitó «con urgencia» al grupo armado LTTE el retiro de las armas y que proceda a permitir la salida de los civiles, así como exhortó al Gobierno a abandonar las armas pesadas.»Necesitamos una nueva pausa humanitaria para obtener ayuda y trabajadores humanitarios en la zona de combate», aseguró Holmes en declaraciones divulgadas por el canal televisivo Ada Derana.Previamente, el Ejército informó que había capturado al penúltimo pueblo en manos del LTTE, Valayarmadam, la captura de 23 guerrilleros horas después y la muerte de otros 12 en un enfrentamiento naval.La muerte en esta isla del Índico es un goteo casi diario que apiña los cadáveres en el absoluto olvido de la atención internacional. El pasado año murieron más de 4.000 personas, según diversas organizaciones humanitarias. Y este año las previsiones son peores.Es una realidad incrustada a la piel de Sri Lanka, cuyos habitantes no recuerdan un solo año de paz. Después de más dos décadas de lucha, son más de 70.000 muertos, 600.000 desplazados, 200.000 refugiados en la India y otros tantos por el mundo.Desde 1983, la violencia creció notablemente y no se detuvo hasta el día de hoy. Muchos tamiles emigraron hacia la India, uniéndose con los tamiles indios (Tamil Nadi) cuya capital es Madrás. Los tamiles de Sri Lanka, reciben apoyo de sus hermanos indios.