Arte

Sorolla está «de gira»

La exposición recala ahora en Barcelona, después de haber pasado por Valencia, Madrid, Málaga y Bilbao. Sorprendentemente la obra de un pintor costumbrista del siglo XIX puede ser la muestra más visitada del año, acumulando ya un volumen de 900.000 visitas. Los soberbios paisajes de costa, que en esta ocasión pertenecen en su mayorí­a a la Hispanic Society of America, consiguen atraer el interés masivo de un público que sigue sintiéndose atraí­do por los artistas que han marcado la historia de nuestro paí­s.

Las 14 obras que le fueron encargadas a Joaquín Sorolla ara decorar los salones de la sociedad hispanista norteamericana centran la temática de la exposición. El pintor decidió mostrar la variedad de los paisajes que pueblan nuestro país, e incluso en un principio estaba decidido a incorporar las Islas Canarias e incluso África. La infinidad de dibujos preparativos, estudios, esbozos, y ensayos de composición, otorgan a la muestra el verdadero interés, desvelando el meticuloso proceso de trabajo de un genio y un profesional al mismo tiempo.“La principal singularidad de estos estudios es que permiten conocer a un Sorolla más libre y cercano a nuestro sentido de la modernidad”, aclara Francesc Quílez, responsable de la iniciativa. Un pintor que trasladó a España los conceptos más avanzados de la pintura francesa de finales del siglo XIX. Un impresionismo, sin embargo, que puso su mirada en las vidas de la gente del pueblo que habitaba los idílicos paisajes mediterráneos, y cuya agilidad de trazo conseguía captar los momentos de luz más bellos.Una visión de España que durante décadas ha permanecido en Nueva York, como una especie de embajador visual, y que ahora regresa a nuestro país para devolvernos nuestras propias imágenes como si de un espejo se tratara.La ruta de la exposición comenzó en Valencia, ciudad natal del artista, donde ya se preveía que fuera un éxito rotundo, teniendo en cuenta la importancia del pintor en el imaginario cultural de esta región. Más sorprendente ha sido la excepcional acogida que tuvo en su paso por Bilbao, el único sitio donde se cobraba entrada, y que registró hasta 152.000 visitantes. Hasta el 3 de Mayo la muestra podrá ser visitada gratuitamente en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, para recalar posteriormente en el Museo del Prado, donde también se prevé una acogida espectacular.

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