Ha sido un éxito. Manifestaciones en 80 localidades. Casi un millón de personas en la calle. Ni siquiera la burda maniobra de llenar las portadas y los telediarios con las imágenes de las cargas policiales va a poder ocultar la marea humana que, un año después, volvió a sacar a la luz lo que ellos quieren que permanezca oculto: que somos el 99% y no nos tragamos sus recortes. Consignas contra la banca, pero también contra el FMI y Alemania. Sabemos quienes pretenden quitarnos la sanidad, la educación o las pensiones para seguir engordando sus cuentas de beneficios. Ahora, queda convertir esta energía, exhibida en las manifestaciones, en fuerza política, ampliando la unidad en un frente común de la amplia mayoría que nos oponemos a sus recortes.
Desde grandes capitales como Barcelona o Madrid o pequeñas ciudades como Alcoy. En toda España, en cada una de sus 52 provincias, una misma energía galvanizó el país.
Y Sol, la madrileña plaza que volvió a convertirse en “rompeolas de todas las Españas”, brilló otra vez más que nunca. «Hemos ganado, y tenemos que confirmarlo de aquí al 15 de mayo»
Amenazaron que con disolverían la concentración a las diez de la noche. Tuvieron que tragarse sus palabras, ante 40.000 personas que permanecieron en Sol hasta altas horas de la madrugada.
Antes, varios cientos de miles habían llegado al kilómetro cero en cuatro marchas que partieron de diferentes barrios de la capital.
Lo mismo ocurrió en Barcelona, donde la cifra de asistentes oficial -45.000- era multiplicada por cinco por los organizadores.
Y no sólo hablamos de las manifestaciones y concentraciones que se han repetido por toda España. En diez plazas cercanas a la Puerta del Sol van a celebrarse durante los próximos días debates y asambleas, para formular alternativas a la oleada de recortes. Lo mismo ocurre en todas las localidades españolas.
Han colocado en primer plano las imágenes de las cargas policiales disolviendo a quienes pretendían acampar, para que nos olvidemos del éxito popular de las manifestaciones.
No hay que seguirles el juego. Hoy mismo se han convocado nuevas manifestaciones, bajo el lema #volvemosalas5, y al grito de que «ayer demostramos que cuando estamos juntas somos fuertes”.
Hemos ganado, y tenemos que confirmarlo de aquí al 15 de mayo.
En las manifestaciones se sucedieron las consignas contra la banca –“¡Es mentira, sí hay dinero! ¿Quién lo tiene? Los banqueros”-, pero también señalando a Washington y Berlín como centros neurálgicos de los recortes –“Nuestro calvario es el Fondo Monetario”, “¿España, capital Berlín? ¡No, gracias!”.
Se ha hecho presente nuestra fuerza, la de la mayoría de la población. En las manifestaciones se juntaron jóvenes y pensionistas, alumnos y profesores, médicos y pacientes… Todos sufrimos los recortes, y todos debemos unirnos.
Lo que nos hace falta, y es una exigencia cada vez más sentida, es agrupar en un frente amplio de unidad todo el rechazo a los recortes y ajustes. Sólo así tendremos fuerza política para imponer una alternativa favorable a los intereses de la mayoría.
Una exigencia ante la que sectores del 15-M –como la alternativa “Unidad ahora”- han dado un paso adelante.