El presidente y director general de Renault España, Jean Pierre Laurent, ha expuesto ante la junta general de accionistas de Reanult el auténtico programa de las multinacionales: exige a los trabajadores «cambiar el chip» para trabajar más por el mismo salario cuando haya demanda, por menos cuando no exista y aceptar los expedientes de regulación de empleo, ERE, y la desregulación de jornada. Y a los sindicatos que acepten más flexibilidad laboral para «aumentar la productividad» de sus fábricas españolas.
Jean Pierre Laurent lanzaba sus advertencias a los trabajadores afirmando que “se revén expedientes de regulación de empleo “más importantes de lo conocido hasta ahora”. Y, al mismo tiempo que exponía su programa para “trabajar más por menos”, ponía en marcha el plan de chantaje para hacer entrar a sindicatos y trabajadores por el aro: si en el año 2013 no hay adjudicado un nuevo coche “no habrá factoría de montaje en Valladolid”.Laurent, a pesar de reconocer que las fábricas españolas disponen de “un mejor tejido industrial, tecnologías y posibilidades”, ha puesto como condición innegociable el “ser más flexibles”. Es el “chip que hay que cambiar” si no quieren que la fabricación de los nuevos modelos de Renault acabe en los países del Este.El programa-chantaje de los monopolios está sobre la mesa. ¿Dónde está la respuesta de los sindicatos y del Ministerio y del gobierno de Castilla y León? ¿Dejarán solos a los trabajadores frente a las multinacionales? ¿O es que, además de poner 800 millones de euros para el sector del automóvil y la subvención a la compra de coches, van a aceptar que se imponga que sean los trabajadores quienes rebajen sus salarios para que las multinacionales hinchen su cuenta de beneficios?