El PSdeG puede tratar de criticar y deslegitimar las medidas acometidas por la Xunta de Feijoo, pero por ahora es de los pocos gobiernos que sobre la base del ahorro de los gastos superfluos de la administración está generando empleo.
La Xunta destinará 30 millones de euros a los concellos ara que contraten a unos 4.000 parados que no tienen ningún tipo de ingreso. Estos 30 millones provienen del Plan de Austeridad puesto en marcha por el ejecutivo: recortar gastos de la administración para crear un fondo de financiación que ya asciende a 144 millones.Esta iniciativa complementa un plan que ya está en funcionamiento, dotado de 34,8 millones de euros, por el que los ayuntamientos tienen previsto contratar en torno a 3.900 parados. La Xunta suma ahora otros 30 millones adicionales a este programa y los destina al colectivo más desfavorecido: desempleados sin ingresos.Las críticas de la oposición son vagas y partidistas. Frente a eso lo primero que hay que dejar claro y que no sólo es totalmente a poyar sino que se debería generalizar para todo el país, es la ruptura con la generación de deuda pública para paliar mal que bien los efectos económicos de la crisis.Iniciativa que se enfrenta directamente a todo el Plan E famoso de Zapatero que se financia generando más deuda. Y que se enfrenta a su vez a una parte de la izquierda que en sus programas o propuestas son incapaces de echar cuentas y sólo proponen un aumento de los gastos sociales. Feijoo sí que echa números y actúa como actúan la mayoría de familias en estos tiempos de crisis: apretándose el cinturón. Recorta los gastos superfluos y los destina a los “hijos” que se han quedado en el paro. Perece sencillo pero eso no está tan claro en muchos gobiernos que tienen que seguir financiando a su sistema funcionarial-clientelar.De esta manera, Feijoo recorta en altos cargos, en asesores… Lo próximo que anuncia es poner a “los funcionarios a trabajar más par que se hagan menos asistencias técnicas a empresas”.La única crítica o exigencia en este terreno es que esa inversión se ha de orientar en la medida de lo posible no a empleos de seis meses de duración, sino a sectores productivos capaces de generar riqueza y empleo de manera que genere un empleo duradero y generador en el futuro.Este sí que es un terreno en el que la Xunta no arroja luz. Galicia como el conjunto de país tiene unas potencialidades concretas que han de ser investigadas, señaladas y potenciadas. De manera que sean medidas no sólo para el momento de la crisis, sino para a su vez salir fortalecidos de la misma