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“No hay dinero, y no queda más remedio que aplicar recortes”. Este es el mantra que nos repiten, concentrado en una consigna: “El Estado del bienestar ya no es sostenible financieramente”.
No es verdad. Sí hay dinero, mucho dinero. Europa es una de las zonas más ricas del mundo, y España encabeza el crecimiento económico en la UE.
Ante el peligro de la imposición de nuevos recortes hay un camino: Redistribuir la Riqueza. Una alternativa que, según todas las encuestas, cuenta con el apoyo de una mayoría social.
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Son decisiones políticas
Los recortes sociales no vuelven a estar en primer plano por motivos económicos. Aplicarlos, o no, es una decisión política.
Nos martillean con que las pensiones o la sanidad cuestan mucho dinero y que (por el envejecimiento de la población, los efectos de la invasión de Ucrania…) ya no podemos permitirnos mantener un Estado del bienestar como el que hasta ahora existe en Europa.
Pero estas mismas voces jamás cuestionan otros gastos multimillonarios bajo el argumento de que “no hay dinero”.
Alemania -cuyo gobierno repite que “el Estado del bienestar es insostenible financieramente”- va a triplicar su gasto militar, y Francia, Reino Unido, o España, lo están duplicando. La imposición norteamericana de dedicar el 5% del PIB a gastos bélicos nos supone una factura de 875.000 millones de euros, que irán a parar al complejo militar industrial yanqui.
Pero esto no es “insostenible”. Los mismos que aprueban recortes en gastos sociales nos plantean que “es necesario” disparar el presupuesto militar.
Y el vergonzoso y humillante acuerdo comercial firmando por la Comisión Europea con Trump nos obliga a comprar a EEUU 750.000 millones en gas y petróleo, y 600.000 en armamento e inversiones. Más de un billón de euros traspasados desde Europa hacia Washington.
Mientras cada día escuchamos que “no hay dinero” para pensiones o sanidad, bancos, monopolios y capital extranjero baten récords de beneficios cada vez que presentan resultados. Nunca habían ganado tanto.
Esta claro que sí hay dinero. El problema es quién se lo queda.
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Sí hay alternativa: Redistribuir la Riqueza
Ejecutar nuevos recortes es una decisión política, que busca imponer un gigantesco trasvase de riqueza desde los bolsillos de la mayoría a la cuenta de resultados de unos pocos.
Pero no es el único camino. En Europa, y en España, hay mucho dinero. Redistribuir la Riqueza es una alternativa real, factible. Aplicarla solo requiere voluntad política.
Está ya en el centro del debate político. Una parte importante de especialistas, economistas, cargos públicos… además de sindicalistas, luchadores sociales, se refieren permanentemente a la Redistribución de la Riqueza, no solo como una referencia teórica sino sobre todo como una alternativa práctica.
Y las encuestas nos dicen que en España una mayoría superior al 70% apoya medidas para redistribuir la riqueza, por ejemplo que los más ricos paguen más impuestos.
Pero pongamos números a esa política redistributiva.
-En España apenas 285 bancos y monopolios -un exiguo 0,017% del total de empresas- facturan más de un millón de euros. Si lo comparamos con 2019 sus beneficios han aumentado… ¡un 233%! Les va muy, pero que muy bien.
Deberían pagar en impuestos entre un 25% y un 30% de sus enormes ganancias… pero solo abonan un 5,86%… hasta cuatro veces menos, proporcionalmente, que algunas pymes.
Si esta hiper élite financiera y monopolista pagara un impuesto del 50% de sus beneficios, dispondríamos de 46.000 millones extra cada año. Que podríamos destinar a mejorar las pensiones, la sanidad y la educación públicas…
-En España la deuda pública supone el 101% del PIB, más de 1,6 billones de euros. El año pasado pagamos en intereses 39.000 millones. Un nuevo récord. Se lo llevaron los grandes fondos y bancos que son propietarios de la deuda.
Si se decreta una moratoria en el pago de intereses durante los próximos cuatro años -algo habitual entre las empresas, y que algunos Estados han aplicado- tendríamos un fondo de 160.000 millones. Para impulsar una empresa pública que dé una solución real al problema de la vivienda.
Estas son medidas posibles, para Redistribuir la Riqueza. Aplicarlas solo requiere voluntad política.