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Incapaz de contener por más tiempo su indignación, Ada Colau, portavoz de la Plataforma Antidesahucios (PAH), se revolvió en el Congreso, contra el secretario general de patronal bancaria diciendo: «Se da crédito a presuntos expertos, como el representante de las entidades bancarias. No le he tirado un zapato porque he entendido que debía seguir aquí para decirles esto: este señor es un criminal y como tal deberían tratarle.»
Ha bastado que una destacada luchadora popular haya tenido ocasión de hablar, para que en el Congreso, por primera vez en mucho tiempo, se hayan oído verdades como puños Prácticamente ningún medio de comunicación ni diputado se ha atrevido a responder a Ada Colau, pese a la gravedad de la imputación.
Sencillamente porque es verdad. Son criminales. ¿Cuántos cadáveres –suicidios de desahuciados, desempleados, agobiados por las deudas,…– llevan sobre sus espaldas? «No hay ni una coma de exageración en las palabras de Ada Colau. Son «criminales» y deberían ser tratados como tales»
¿A cuánta gente han condenado a la miseria? ¿Que pasa con las 400.000 familias a las que han dejado sin un techo bajo el que vivir desde que estalló la crisis, mientras permiten a grandes constructoras e inmobiliarias renegociar una y otra vez sus deudas?
¿Qué han hecho con la riqueza del país para dejar a dos millones de parados sin cobrar ningún subsidio, y las más de 1,8 millones de familias con todos sus miembros en el paro? ¿Acaso no sabemos todos cómo reciben dinero “gratis total” del Banco Central Europeo para invertirlo en deuda pública con la ganan jugosos beneficios, mientras hunden el crédito provocando el cierre de decenas de miles de pymes?
Sí, es verdad. No hay ni una coma de exageración en las palabras de Ada Colau. Son “criminales” y deberían ser tratados como tales, con la justicia actuando contra ellos con toda la severidad posible.