Cargando...
La Universitat de Barcelona lleva semanas de frenética actividad denunciando el cruento genocidio que el Estado de Israel perpetra en Gaza. Unas protestas que, al calor de las intensas movilizaciones en las universidades de EEUU y de Europa, han cristalizado en la creación del Comité de Estudiantes por Palestina y en una acampada en el Edifici Históric de la Universidad de Barcelona.
Hablamos con María Serra, estudiante de relaciones internacionales, activista climática, miembro de comunicación del Comité de Estudiantes por Palestina de Barcelona
.
En breve llevaréis una semana con esta acampada donde estáis exigiendo un alto el fuego ya en Palestina, y la ruptura de relaciones con Israel ¿Cómo valoras que cada vez más gente se sume a esta exigencia?, ¿Quiénes habéis participado en esta acampada?
Valoramos muy positivamente todo el despliegue de acampadas en todo el Estado. La fuerza de este movimiento es que somos un movimiento global que estamos pidiendo lo mismo en todo el mundo. Así se marca la diferencia y nos refuerza a nosotros como estudiantes. Cada día somos más, cada día nos ayuda más gente, a nivel social hay un gran calibre social que nos da apoyo y nos ayuda. Es muy chulo que como juventud nos hemos unido muchísimo, hay mucha juventud que pasa por aquí solo para darnos comida, o para saludarnos, darnos un abrazo, es precioso el apoyo.
Hay varios colectivos aquí, el impulsor ha sido “Universidades Por Palestina”, que son los que hicieron toda la investigación de que relaciones tenía la UB con Israel, que lazos había, y presentaron la moción primero a la UPC, aunque no se ejecutó. Por otro lado estamos el Comité de Estudiantes Por Palestina. Somos una unión de muchas universidades que queríamos hacer cosas desde el 7 de Octubre y nos hemos organizado en este comité. Se hizo una asamblea hace unas semanas que tuvo mucha fuerza, y ahí se decidió acampar. Hay mucha gente aquí que viene a título individual, mucha gente de entidades sociales, etc…
La iniciativa que impulsas forma parte de un gigantesco movimiento mundial contra el genocidio en Gaza, que tiene una de sus puntas de lanza en las protestas y acampadas de las universidades de EEUU y ahora también de Europa, las movilizaciones antibelicistas más potentes desde Vietnam. ¿Cómo lo valoras?
Muy positivamente. Una parte de la juventud hemos decidido negarnos a que ciertos ideales colonialistas y racistas de apartheid sigan existiendo. Decimos como juventud que no queremos esto en nuestro presente y que no tiene lugar en nuestro futuro.
Es muy importante entender porque este movimiento ha nacido en EEUU, ya que es la mayor fuente de apoyo a Israel, es el que impulsa este genocidio. Por eso ha salido aquí, porque los estudiantes de allí saben que romper con las entidades que apoyan tiene un impacto directo, porque es menos dinero que va armas y menos dinero que va al genocidio. Es muy importante que haya surgido allí, aquí tenemos la ventaja de que las universidades son públicas, por lo tanto tienen que responder ante la sociedad, ante el gobierno, por eso lo que hacen allí tiene mucho valor.
Sabéis que hay muchos judíos que en todo el mundo se están manifestando en contra de lo que hace Nethanyahu y su gobierno, ¿creéis que tiene fundamento lo que dice la derecha de que denunciar a Israel es antisemitismo?
Es absolutamente falso, es un argumento que utiliza Israel para escudarse y poder actuar con impunidad. Pero no es cierto, en ninguna acampada se han escuchado comentarios antisemitas. Lo que queremos es la libertad de un pueblo que esta siendo sometido y contra el que se está llevando un genocidio que atenta contra los derechos humanos. Y muchísimos judíos en todo el mundo estén en las protestas también nos da potestad para decirlo nosotros. Si ellos dicen “No en mi nombre” nosotros decimos, ni en el suyo ni en el nombre de nadie.
Aunque se está empezando a dar mucha visibilidad a las concentraciones, mucha gente no conoce qué exigencias se les están haciendo a las autoridades académicas, ¿Qué le pedís en concreto al rectorado de la UB?
Lo primero es que digan públicamente que lo está pasando públicamente en Palestina es un genocidio y que la violencia desatada es por un problema sistémico, por 75 años de ocupación y apartheid de un sistema colonialista.
Segundo, un alto el fuego inmediato y permanente en Gaza. Y que insta a la Generalitat y a los gobiernos a que corten lazos con el Estado de Israel.
Por otro lado, que la UB corte todas las relaciones institucionales, académicas y empresariales israelitas. Que no haya cátedras israelitas, ni empresas que den dinero a Israel, etc….Todo esto está investigado en una lista de empresas como Santander, Carrefour, AXA…
Tenemos un manifiesto respaldados por 95 organizaciones de la sociedad civil que ya han manifestado su apoyo a la acampada
Cuando apenas llevan pocos días, las protestas y acampadas en las universidades españolas ya han dado un primer fruto. La Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) anuncia que revisarán y suspenderán sus colaboraciones con centros israelíes que no estén «comprometidos con la paz». ¿Cómo lo valoras?
Por un lado creemos que es un primer paso y un triunfo que se hayan posicionado por primera vez, tras 8 meses de genocidio. Consideramos que es una victoria nuestra. Pero por otro lado lo consideramos insuficiente. Queremos que rompan vínculos con las universidades israelitas que no estén de acuerdo con la paz. Porque no queremos un contexto de paz en el que Israel sigue siendo el estado colonialista. Queremos hacer un boicot académico para que pare el genocidio y para eso tenemos que ir a más.
¿Qué próximas acciones tenéis pensado llevar adelante?
De entrada vamos a mantener la acampada, cada vez se suma más gente. Hay conciertos, hay conferencias diversas, como una de mujeres palestinas. Hay muchos profesores que vienen a darnos clase aquí. En definitiva, hay una respuesta muy positiva que nos permiten hacer acciones “cotidianas” y de concienciación. También decir que hay mucha solidaridad entre las acampadas, el intercambio es muy bonito y nos permite ir a por más. Hay un aire de victoria y seguiremos hasta conseguirla, hasta detener el genocidio en Gaza, porque la sociedad está de nuestra parte. Es una lanza de cambio.