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Santos Cerdán ha pasado su primera noche entre las rejas de Soto del Real. La prisión preventiva, propuesta por la Fiscalía Anticorrupción, se basa en el alto riesgo de fuga, posible destrucción de pruebas y coacción a testigos. El instructor considera a Cerdán el «jefe de la organización criminal y estima que el “botín” obtenido por el amaño de contratos puede superar los 5 millones de euros.
No es un caso de corrupción más, ni tampoco una simple ampliación del ya de por sí escandaloso caso de Jose Luis Ábalos y Koldo García. Lo que destapan las grabaciones del informe de la UCO sobre Santos Cerdán es una trama de corrupción estructural en el seno del PSOE.
A lo largo del último año, diferentes causas judiciales -el asedio del juez Peinado a Begoña Gómez, la investigación sobre la adjudicación de una plaza al hermano de Sánchez, la imputación del Fiscal General del Estado por supuestas revelaciones sobre el novio de Ayuso- han zarandeado al PSOE y al gobierno de Sánchez.
Muchas de esas causas son infundadas o son pura y simplemente ‘lawfare’.
Esta no. Esta es la crisis que puede acabar derribando al gobierno de Pedro Sánchez.
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Qué se sabe
El informe de 490 páginas de la UCO, presentado al Tribunal Supremo, describe una presunta red de corrupción -en la que Cerdán sería el cerebro, y Koldo y Ábalos los conseguidores- que operó durante más de una década, iniciada en Navarra y trasladada a Madrid. Se acusa a Cerdán de gestiona una red de comisiones ilegales por amaños de contratos públicos, especialmente con la constructora Servinabar 2000, en la que Cerdán tendría un 45% de participación. Unas mordidas que podrían sumar hasta 5 millones de euros
Las pruebas son demoledoras. Koldo García grabó conversaciones con Cerdán y Ábalos donde se habla de pagos, como una mención de Cerdán sobre 550.000 euros para Ábalos y referencias a «sobres» con dinero. También se señala un posible amaño en las primarias del PSOE de 2014, donde Cerdán habría instruido a Koldo para manipular votos a favor de Pedro Sánchez.
La UCO sitúa el origen de la red en 2013 en Navarra, con Cerdán y Koldo como figuras centrales, expandiéndose tras el ascenso de Cerdán a Ferraz en 2017 y la llegada de Ábalos al Ministerio de Transportes en 2018.
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Qué no se sabe
Lo que aún se desconoce, porque las conversaciones grabadas por Koldo aún están por desvelarse, es el grado de profundidad y de extensión de esta trama de corrupción.
¿Está circunscrita a la «banda de los cuatro» -Cerdán, Ábalos, Koldo, Aldama- y algunos colaboradores más? ¿O implica a más cuadros dirigentes del PSOE? ¿Está contenida en el Ministerio de Transportes o llega a más áreas del gobierno?.
Pero la pregunta clave es ¿qué grado de conocimiento de toda esta trama tenía Pedro Sánchez? ¿Ocurrió sin que él fuera consciente, en cuyo caso tiene responsabilidad política «in vigilando»? ¿O se acabará revelando algún tipo de conocimiento, anuencia o participación, lo que llevaría a su dimisión?.