Educación

Sangrí­a educativa

Como veí­amos en un artí­culo anterior, ha sido la comunidad educativa, padres, profesores y alumnos de un colegio de Ferrol los que han dado un paso al frente organizando un encierro permanente en el centro hasta que la Consellerí­a rectifique. Pero lo cierto es que los colegios e institutos públicos de hasta cinco comunidades y una ciudad autónoma han tenido este curso menos profesores para atender a más alumnos: Canarias, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Madrid y Ceuta. La sangrí­a educativa es ya un hecho.

Entre todas han tenido 2.861 docentes menos que el año anterior ara atender a 46.000 estudiantes más en infantil, primaria, secundaria y FP, según el avance de datos del Ministerio de Educación sobre el curso 2010-2011. Esto representa una bajada del 2% frente a una subida del 3%.   Los datos más graves son los de Canarias, cuya plantilla se ha visto reducida un 4% (968 menos) mientras su alumnado crecí­a un 2% (5.600).Si tenemos en cuenta los datos de los dos últimos años el resultado es que los centros públicos tienen 1.200 profesores menos y 8.400 alumnos más.   En cifras globales de toda España, la plantilla ha crecido este curso en más de 5.000 profesionales hasta alcanzar los 496.407. Aumento producido principalmente por las plantillas de profesores en el Paí­s Vasco (1.033 más), Andalucí­a (1.700) y, sobre todo, Cataluña (2.167).   Sin embargo, el alumnado ha aumentado en 128.000, hasta 5,2 millones. Lo que quiere decir que el promedio de estudiantes por profesor ha vuelto a subir por segundo año consecutivo después de 18 años en descenso. El cálculo final nos retrotrae al curso 2006-2007.   Siendo ésta una tendencia desastrosa, la realidad es la que reflejan las cinco comunidades que han sufrido reducción de plantilla, y el hecho de que los cálculos se hagan sin diferenciar si son funcionarios o interinos. Lo que quiere decir que los colegios o dejan de proporcionar servicios educativos que antes daban o hacen trabajar más a los profesores en plantilla.   Ya en los presupuesto la bajada fue de 2.200 millones que son la base de la reducción de la plantilla de profesores, principalmente, aunque también en transporte escolar, formación del profesorado, infraestructuras, actividades extraescolares e incluso el dinero para pagar la luz y el agua. Esto se refleja hasta en niños que sufren pequeños accidentes por el mal estado de las infraestructuras, que no pueden arreglarse «por falta de fondos».   Además hay que tener en cuenta que el cálculo de alumno por profesor se hace sumando el total de la plantilla, no los alumnos por clase. Los profesores se quejan de que si ya era difí­cil antes atender las necesidades de determinados grupos de alumnos, especialmente lo que están formados por alumnos de diferentes nacionalidades o con condiciones sociales de aprendizaje diferente, ahora es imposible.   La escuela privada, sin embargo, mejora la relación de cantidad de alumnos por profesor, pese a que sigue estando por encima de la pública – en la privada son 13 por profesor, y en la pública 10 -. A pesar de esto la privada sigue cosechando mejores resultados en el informe PISA, y mejores resultados respecto a la inversión económica que se hace en relación con el rendimiento educativo. Este ya es otro tema      

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