Los datos del estudio «El stock de capital en viviendas en España», presentado por la Fudnación BBVA, no deja lugar a dudas sobre el combustible que alimentó el boom inmobiliario. En 1998 bastaban cinco años de salario medio neto para comprar un piso de 90 metros cuadrados. Diez años después, tras la brutal expansión del ladrillo, adquirir una vivienda le cuesta a cada español el salario neto de doce años. Para lograrlo, garantizando así gigantescos beneficios para constructoras, inmpobiliarias y bancos, ha sido necesario mantener un irracional y fraudulento crecimiento del precio de la vivienda. Hemos sostenido el boom inmobiliario, estrujando nuestros bolsillos. Y ahora pagamos el estallido de la burbuja rescatando con nuestro dinero a quien nos ha robado a manos llenas durante una década.
El boom inmobiliario multilicó por 3,6 el valor de la vivienda entre 1997 y 2007, disparándo el valor total del parque inmobiliario español a los 5,3 billones de euros. Un negocio que, en cuanto a su valor acumulado, supone un montante que multiplica por cinco el PIB anual español.Comprenderán la dimensión de los beneficios que había en juego.En concreto, el precio de la vivienda creció un 11,9% anual, tres veces por encima del IPC, situado en torno al 3,8%.Tal gigantesca elevación del precio de una mercancía proporciona ingentes ganancias a quien controla el mercado: grandes magnates del ladrillo, y los principales bancos, que ha través de los créditos a constructoras e inmobiliarias, o con las draconianas hipotecas que nos han impuesto, se han embolsado buena parte de las plusvalías del boom.¿Cuál es la razón de ese brutal incremento del precio de la vivienda?El informe de la Fundación BBVA, desvela que el incremento de los costes de edificación sólo significó un 16% de la elevación del precio de la vivienda.¿De dónde sale el 84% restante?De la especulación con el suelo, u otros mecanismos de extorsión que nos han obligado a pagar por un piso hasta tres veces su valor real. Imponiéndonos, como en el caso de Madrid, entregar hasta el salario de 19 años para poder tener una vivienda en propiedad, un derecho teóricamente reconocido por la constitución.¿No es esto una estafa en toda regla? ¿No hay ladrones del ladrillo que se han enriquecido a nuestra costa? ¿Y encima ahora que, con la crisis, empiezan a quebrar tenemos que rescatarlos con nuestro dinero?