Terremoto y zozobra en la política nacional. El mismo día que el juzgado 41 de Madrid ha abierto una investigación secreta contra Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno, admitiendo la denuncia del ultraderechista ‘sindicato’ Manos Limpias, basados en ocho recortes de prensa de diarios y digitales de extrema derecha, Pedro Sánchez anunciaba en una carta abierta a la ciudadanía que cancela su agenda para decidir si continúa en el cargo ante “la campaña de acoso” contra su familia.
El ultraderechista Miguel Bernad, recién absuelto del ‘caso Ausbanc’, ha retomado su actividad judicial con la admisión a trámite de su pleito contra Begoña Gómez. El juez ha admitido a trámite una denuncia que consiste en siete folios ocupados en su mayoría por recortes de ocho informaciones publicadas por distintos medios ultras rícamente subvencionados por la Comunidad de Madrid -Libertad Digital, ES.Diario-, incluido el bulo publicado por The Objective en el que se atribuía una subvención a la esposa del presidente del Gobierno cuando en realidad se trataba de otra persona con el mismo nombre.
Un nítido caso de lawfare que recuerda dos recientes casos que llegaron a derribar gobiernos. Uno es la acusación contra el primer ministro portugués, Antonio Costa, que causó su dimisión… para luego revelarse que el acusado era «otro» Antonio Costa. Y el otro es la acusación dirigida contra la vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra, por parte de dos conocidos ultraderechistas, basada en bulos, que tuvo como resultado la dimisión de Oltra y un torpedo político al Govern del Botanic, que perdería las elecciones.
“Seguiré trabajando, pero cancelaré mi agenda pública para reflexionar y decidir qué camino tomar”. Con estas palabras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este miércoles que está pensando en si seguir o no al frente del Ejecutivo ante la campaña de “acoso y derribo” que dice estar sufriendo junto a su familia por las informaciones vinculadas a su esposa, Begoña Gómez.
El próximo lunes 29 de abril comparecerá ante los medios para anunciar si continúa o no como presidente, lo que ha provocado un auténtico seísmo mediático y político.