La semana pasada los senadores Russel D. Feingold, James M. Inhofe, Edward M. Kennedy y Patrick J. en apoyo al pueblo del Sáhara Occidental,(durante más de treinta años, este territorio es reclamado por Marruecos y la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), fundada por el Frente Polisario en 1976, permaneciendo esta zona invadida por Marruecos). En esta carta piden para el pueblo saharaui el ejercicio de su derecho a la libre determinación «a través de un referéndum libre, justo y transparente». Para poner en antecedentes al recién estrenado presidente, le recordaron que la Corte Penal Internacional de Justicia ya ha reconocido en 1975 el derecho a la libre determinación del pueblo saharaui.
En un informe elaborado or el Instituto Potomac de Estudios Políticos, con sede en Washington en el departamento de gestión de conflictos y en la School of Advanced International Studies, recuerda los EE.UU. la posición de la administración: la autonomía bajo soberanía marroquí. Para ellos, no importa la elección de estatuto político a los saharauis. "Si el territorio se convierta en independiente, (…) sería parte de los países más pobres, ya que no tiene tierras de cultivo y son pocos los recursos naturales", señala el estudio. Un informe que refleja no la verdad, no los intereses del pueblo saharaui. Como es de esperar esta confeccionado para dar marco “legal” y argumentar los interese imperialistas, y dificultar la promoción por ley de la independencia del Sáhara Occidental.Pero el motivo real es otro. Según la CIA FACTBOOK el Sahara occidental tiene muchos recursos naturales como el petróleo, la pesca y fosfato, que representaron más del 60% de las exportaciones en 2007. Junto con el acuerdo de libre comercio firmado entre EEUU y Marruecos en el 2006, supone promover y aumentar las exportaciones y las importaciones entre los dos países. En 2008, las exportaciones de Marruecos a los Estados Unidos se situó en 812 millones, representando un crecimiento del 42% respecto al año anterior.Esto sumado al interés geoestratégico de la zona política mitómana imperialista de su particular “la lucha contra el terrorismo”. Marcan claramente las directrices de la política de ingerencia del imperialismo, usurpar para su abastecimiento energético y el control y el sometimiento de los pueblos, en el mejor de los casos, sino el exterminio. En el caso del Sáhara, Obama se presenta con múltiples dilemas, elegir entre los colegas de fechorías del imperialismo yanqui, Marruecos y Argelia, el expolio energético del que es dependiente o hacer cumplir la Ley que espera ser ejecutada desde 1.975 y apostar firmemente por el derecho a la libre determinación del pueblo saharaui.¿Será verdad que el Presidente de los EEUU Barak Obama marcara la diferencia? Por el momento sigue las huellas dejadas por el impresentable de Bush.