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La noche electoral de ayer domingo confirma la necesidad que tenía el país de una alternativa que defendiese la unidad desde posiciones progresistas y de izquierdas. Tuvieron que pasar dos cosas, primero que se diese un paso al frente para la creación de dicha alternativa y segundo que tuviese un mensaje claro que conectase con toda la gente que busca otra alternativa. UPyD irrumpe en el Parlamento Vasco con un diputado. Y en Euskadi aparece un claro sentir de que algo está cambiando, sean cuales sean los pactos que luego se hagan para gobernar.
La líder de UPyD, Rosa Díez, lo tiene claro, en sus declaraciones de rueda de rensa poco después de saber los datos definitivos, “creíamos que el país lo necesitaba y hemos aspirado a ello. Somos una fuerza determinante, no solamente en España, ahora también en Euskadi” Para declaraciones del De Verdad Digital, Rosa Díez calificó los resultados de fantásticos, porque se abre la posibilidad no ya de echar al PNV a la oposición sino de algo mucho más importante, crear un gobierno constitucionalista. También insistió en que el compromiso de UPyD era únicamente con lo pactado con los ciudadanos, y que sólo esos compromisos serían los que pactarían con cualquier otra formación política. En esa idea Rosa Díez insistió constantemente en su intervención. UPyD se propone acabar con la falta de libertad, pero su programa busca una regeneración democrática a todos los niveles, listas abiertas, que se rindan cuentas… En los hechos, ya están instaurando otro modo de hacer política: “estamos en el Parlamento para representar a los ciudadanos, e insisto también a los que no nos han votado, a los que no se han atrevido, a los que no han querido, o a los que no han podido hacerlo porque de todo ha habido en el día electoral, a ellos les volvemos a decir que sólo con ellos estamos comprometidos, con nuestro programa y con nuestro discurso, todo aquello que dijimos que íbamos a hacer y que queríamos defender es los que también diremos y defenderemos en el Parlamento Vasco” Es un nuevo modo de hacer política, honesto y de verdad, que en sí mismo es revolucionario. Las últimas palabras en su intervención fueron destinadas a afiliados y amigos, a su trabajo y las dificultades pasadas en una campaña, que en Euskadi nada tiene de normal:“Os quiero agradecer vuestro trabajo, sabemos que habéis estado en muchos colegios electorales en toda Euskadi, sabemos de vuestra generosidad y de vuestro altruismo, sabemos que a lo largo del día muchos de vosotros lo habéis pasado mal, que habéis tenido que soportar presiones e incomodidades, sabemos que eso que se ha dicho por los medios de comunicación de que la jornada ha transcurrido con normalidad no es cierto, porque lo normal no es que las candidaturas de los terroristas estén dentro de las mesas electorales. Ni es normal que cuando nuestros apoderados han pedido apoyo y ayuda (…) a la Ertzaintza, y la mayor parte de las veces ésta haya mirado para otra parte”