Arte: 90 años de la Bauhaus

Reflejos de las vanguardias

La Bauhaus fue la escuela de arte más importante del siglo XX. No solo porque tuviese a un gran abanico de artistas de vanguardia en las filas de su profesorado. Sino porque éstos, además, eran de corrientes radicalmente contrarias. Haciendo de la escuela alemana un termómetro del arte de vanguardia. Sus creaciones vuelven a exhibirse en los museos por su noventa aniversario, reflejando la lucha ideológica de la postguerra europea en el arte.

Dos grandes corrientes influyeron a la Bauhaus en sus rimeros años: Expresionismo y Neoplasticismo. Debido principalmente a la influencia de dos de sus profesores, Johannes Itten y Theo van Doesburg, la escuela fue reflejo de las contradicciones artísticas que sacudían una Europa destruida y atormentada por la guerra. El expresionismo tuvo su máximo apogeo en la primera fase de la Bauhaus (1919 – 1922) de la mano de Itten. Promulgando el encuentro del individuo consigo mismo y su espacio propio, al mismo tiempo, que se unía a la totalidad cósmica. Es decir, se centraba en la expresión del sujeto y sus ataduras universales. Sus principios pedagógicos estaban basados en la unión de parejas de opuestos: “intuición y método”, también “capacidad de vivencia subjetiva y capacidad de reconocimiento objetivo”. Su camino era “primero irracional y después paulatinamente racional”. En oposición radical a los principios individualistas estaba Theo van Doesburg, miembro cofundador Destijl y el neoplasticismo junto a Mondrian, defensor de la dimensión social del arte. Su influencia fue decisiva para superar el expresionismo inicial, posibilitando romper el “predominio del individuo” y encontrar “soluciones colectivas”. Werner Gräff, que fue alumno de los dos profesores ha descrito la radical oposición de sus clases: “Mientras Itten buscaba, por medio de actividades cambiantes, descubrir y promocionar el talento individual (lo "impresivo", "expresivo" y "constructivo"), Doesburg se intesesaba exclusivamente por lo constructivo. Mientras para Itten cada persona prefería una escala de colores individual, Doesburg, propagaba, junto con Mondrian, una escala de colores válida paa todos: amarillo/rojo/azul + blanco/gris/negro; estos humildes medios bien utilizados, podrían hacer posible la más fuerte impresión. Mientras en clase de Itten se intentaba no solo reforzar en la caligrafía la impresión individual en conjunto, sino también acentuar el sentimiento ante cada palabra (escribir "ira" más recio y quebrado que "dulzura"), en clase de Doesburg, la caligrafía debía ser generalizada y fácil de leer como requiere un medio de comunicación universal.

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