La sanidad privada y los fondos extranjeros son los grandes beneficiados por los recortes en la sanidad pública. Por dos mecanismos. Por un lado por que la degradación de la sanidad pública ha multiplicado las primas de seguros privados de salud. Por otro porque las administraciones públicas autonómicas recortan lo público pero han aumentado los pagos a la sanidad privada.
Mientras el gasto sanitario público se reducía en 14.400 millones de euros, la sanidad privada no paraba de crecer y alcanzaba una facturación de 10.400 millones de euros en 2014.
El volumen de primas de seguros privados se ha disparado desde el inicio de la crisis con un aumento del 16%.
Gran parte de la facturación de la privada se debe a los convenios con la pública. En los últimos años el trasvase de dinero de la sanidad pública a la privada ha aumentado un 52%, y ya en 2014 suponía más de 7.600 millones de euros anuales. El dinero que la sanidad pública paga a la privada representa ya el 10,5% del gasto sanitario total, según un estudio del IDSIS, un instituto que defiende la privatización.
Este trasvase en forma de canon que la sanidad pública paga a las empresas privadas tiene múltiples caminos: desde la adjudicación de la gestión de hospitales a los conciertos para pruebas diagnósticas o los convenios para tratamientos o intervenciones quirúrgicas.
Según el estudio de IDSIS, Cataluña es la comunidad que más dinero paga a la sanidad privada: unos 2.450 millones de euros anuales, el 24,5% del gasto sanitario. La Generalitat tiene más de 30 convenios con hospitales privados y, por ejemplo en entre 2008 y 2014 sacó 495 concursos para pruebas y otros servicios en centros privados.
La Comunidad Valenciana ha sido bajo el gobierno del PP la comunidad pionera en la adjudicación de gestión de centros públicos a empresas privadas. Seis empresas (Ribera Salud, Lubasa, ACS, DKV, Asisa y Sanitas) se reparten un canosn de 462,2 millones de euros anuales por la gestión de cuatro hospitales, los de Alzira, Denia, Torrevieja y el Hospital de Vinalopó.
Bajo el gobierno del PP, Madrid entregó cuatro hospitales (Infanta Leonor, Torrejón, Móstoles y Collado Villalba) a empresas como IDCSalud, Sanitas, Asisa, Bankia, Concessia y FCC. Y privatizó hasta el 38% de las terapias de respiración. En total dedicó más de 700 millones anuales (el 8,5% del presupuesto) al pago del canon sanitario a empresas privadas.
Pero no sólo las principales comunidades gobernadas por el PP o Convergencia. Andalucía tiene convenios con 17 centros privados. Y Castilla y León ha llegado a derivar el 51% de las intervenciones quirúrgicas.
El capital extranjero tiene cada vez más participación en la sanidad privada y es uno de los grandes beneficiados. Los fondos DCV (norteamericano) y BUPA (británico) y los alemanes DKV y Helios controlan: el principal grupo hospitalario de España, Quirónsalud (propiedad de DCV y ahora de la alemana Helios); dos de las cinco primeras aseguradoras (Sanitas-BUPA y DKV seguros); y decenas de centros hospitalarios.