Aqualia, la empresa adjudicataria, es propiedad de FCC y se queda con el 55% de Aguas de Alcázar, creada el 17 de febrero con un capital social de solo 3.000 euros, por lo que no se le podrán pedir responsabilidades si incumplen el contrato.
La Plataforma del Agua de Alcázar de San Juan consultará a los ciudadanos sobre la privatización del agua entre los días 20 y 23 de marzo. Desde la Plataforma recuerdan que se trata de “actos informativos en los que se recabará la opinión de los ciudadanos expresada en forma de voto”. Además, denuncian que el alcalde les ha “amenazado” con enviar a la Delegación de Gobierno y a la Policía” y recuerdan que la consulta “no tiene carácter vinculante”.La Agrupación Electoral Recortes Cero, que hizo su presentación pública el pasado 9 de marzo en el Ateneo de Madrid y cuenta con la adhesión de numerosas personalidades del mundo de la cultura (Luis Eduardo Aute, Antonio López, Héctor Alterio, El Lebrijano, etc.) y colectivos sociales, ha manifestado su apoyo a esta consulta popular.Así mismo, Los Verdes – Grupo Verde, que concurrieron a las elecciones municipales de Alcázar de San Juan con una candidatura propia y además forman parte de la Agrupación Electoral Recortes Cero para las elecciones europeas del próximo 25 de mayo, han hecho un llamamiento para impedir la privatización del agua señalando que “el agua es un derecho, no una mercancía”. Además pronostican que Aqualia encarecerá el suministro como han hecho en otros casos similares”. Y añaden que no se trata de un hecho aislado, sino que se enmarca dentro de la campaña impulsada por el Banco Mundial para los países entreguen el suministro de los servicios públicos más básicos, en especial el agua, a las corporaciones privadas. Esta medida ya ha causado aumentos de precios en varios países, y revueltas en otros.Esteban Cabal, portavoz de Los Verdes – Grupo Verde y promotor de la Agrupación Electoral Recortes Cero, advierte que “el agua potable es un bien cada vez más escaso. En muchas regiones, los ríos y los canales subterráneos corren peligro de desaparecer o están gravemente contaminados. Las reservas mundiales disminuyen a medida que crece la población, el calentamiento global, la desertización y la actividad industrial. Sin embargo, la demanda mundial de agua dulce se duplica cada 20 años. Antes del año 2025 la demanda de agua excederá los recursos terrestres en un 56%.“El agua será, sin lugar a dudas, el gran negocio del siglo XXI” advierte Cabal. Y añade que “de ello son plenamente conscientes las grandes corporaciones, que ya han empezado a desplegar nuevas estrategias para asegurarse su control. En todas partes están presionando a los gobiernos para que privaticen las compañías de aguas y los recursos hídricos”. Desde 2001 la Organización Mundial del Comercio (OMC) presiona para convertir un derecho en un negocio. Las corporaciones multinacionales creen que el agua debe ser considerada un commodity o bien comerciable (como el trigo y el café). Si nadie lo impide, unas pocas empresas privadas como Vivendi, Suez, RWE y American Water Works controlarán, en unos años, el 75% de un recurso vital para la vida en el planeta.Agua embotellada.Para el portavoz de Los Verdes y promotor de Recortes Cero, “una de las estrategias criminales que las multinacionales están llevando a cabo consiste en degradar la calidad del agua de grifo para fomentar el consumo de agua embotellada. Mientras la población no tiene acceso a la salubridad, grandes corporaciones venden agua embotellada para subsanar el mal”.“En 1970 se vendieron en el mundo mil millones de litros. En 2000, las ventas superaban ya los 84.000 millones. Ese mismo año160 gobiernos reunidos en La Haya, Holanda, acordaron definir el agua como una necesidad humana y no como un derecho del hombre. No es pura semántica, un derecho no se compra”.“Las ganancias desde entonces” –continúa Esteban Cabal- “siguen creciendo exponencialmente, superando ya los 300.000 millones de dólares. Nestlé es el líder mundial en agua embotellada, con no menos de 96 marcas, seguido de Pepsi-Cola, Coca-Cola y Danone. Estas compañías normalmente se limitan a extraer el agua del grifo con un sistema de filtros de «ósmosis inversa» y a añadir minerales antes de venderla como agua embotellada. El Foro Social del Agua y las ONG consideran que el agua “es un derecho universal, un bien de la humanidad, y no sólo un recurso renovable con valor económico que puede ser tratado como una mercancía, de la forma que pretenden quienes quieren privatizarla”.El Foro se proclamó contra toda tentativa de privatización y exportación del agua en beneficio de las empresas privadas. “Debemos aplaudir su determinación para impedir que el agua se convierta en una mercancía en manos de compañías multinacionales que se lucran a costa del dolor, el hambre y la vida de millones de seres humanos inocentes”.