Recortes Cero nació en 2014, al fragor de la lucha contra los recortes sociales dictada desde la «troika», y desde entonces se ha presentado a todas las citas electorales en Cataluña. También lo hará en las próximas elecciones autonómicas, convocadas para el 12 de mayo
Recortes Cero es la izquierda que tiene una orientación política por bandera: la redistribución de la riqueza y la lucha contra el saqueo de bancos y monopolios contra las clases populares.
Sumando a ella una marca distintiva entre la izquierda: la denuncia del nacionalismo excluyente, de las élites del procés, y la defensa de la libre unidad del pueblo de las nacionalidades de España como un valor progresista, como la premisa básica de cualquier proyecto transformador para Cataluña y el resto del país.
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Acabar con los recortes en Catalunya redistribuyendo la riqueza
Recortes Cero es la izquierda que defiende una auténtica política de Redistribución de la Riqueza en unos momentos donde es más necesaria que nunca. En unos momentos donde vivimos un auténtoco atraco financiero y monopolista que nos empobrece a la inmensa mayoría de los trabajadores, al tiempo que genera beneficios récord para bancos, monopolios y capital extranjero. Y en unos momentos donde arrecian de nuevo las exigencias de recorte de gasto social, y donde el gobierno ya ha comprometido con Bruselas ajustes por valor de 14.000 millones de euros anuales.
Recortes Cero denuncia también a unas élites del procés que -con Artur Más, con Puigdemont, con Torra o con Aragonés- no han tenido reparos en impulsar brutales recortes en sanidad, educación o políticas sociales, dejando a Cataluña -junto al Madrid de Ayuso- a la cola de la inversión social.
Cataluña es una comunidad rica y con muchos recursos. Es una de las dos economías más grandes de España. Viven 7,6 millones de personas y acoge a 1,2 millones de personas migrantes. Juntos crean cada año nueva riqueza por valor de 240.000 millones de euros (PIB). Con un sector industrial que, a pesar de las crisis, aún representa el 20% del PIB catalán, con un potente sector agroalimentario, y un dinámico sector de servicios (comercio, hostelería y turismo, cultura y ocio…).
El problema es cómo está distribuida esa riqueza, quién la ostenta y quién se la queda. Por eso la alternativa es redistribuir la riqueza.
Una redistribución de la riqueza que nada tiene que ver con proponer políticas paliativas para los sectores más desfavorecidos, sino en recuperar -en todo o en buena parte- la inmensa mayoría del botín que bancos, monopolios y burguesía burocrática han sustraído a los ciudadanos, para poderlos poner al servicio de las auténticas necesidades de las clases populares y trabajadoras, para poder crear nueva riqueza y empleo, reindustrializando Cataluña con un nuevo modelo económico y ecológico.
Cataluña es una comunidad rica y con muchos recursos. El problema es cómo está distribuida esa riqueza, quién la ostenta y quién se la queda. Por eso la alternativa es redistribuir la riqueza.
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Frente al procés: defender la unidad es progresista
Recortes Cero es una izquierda que afirma de manera rotunda que defender la unidad del pueblo de las nacionalidades… es progresista e imprescindible para cualquier avance social.
Todas las conquistas por los intereses y derechos de las clases populares, sea por sus condiciones de vida o por sus libertades -la lucha antifranquista o las huelgas generales, el No a la Guerra o el 15M, las mareas contra los recortes o la lucha feminista- se han logrado siempre por la lucha unida y solidaria de norte a sur, de este a oeste.
Defendemos una libre y solidaria unidad del pueblo basada en fortalecer y proteger la rica diversidad de lenguas, cultura y costumbres de las distintas nacionalidades y regiones de España.
Recortes Cero es una izquierda que afirma de manera rotunda que defender la unidad del pueblo de las nacionalidades… es progresista e imprescindible para cualquier avance social.
Recortes Cero se opone a los que buscan enfrentar y dividir a las clases populares, sean los del nacionalismo más etnicista, identitario y excluyente -como el procés de Puigdemont-, o sea una extrema derecha española que busca el enfrentamiento entre obreros españoles y de procedencia extranjera.
Recortes Cero no sólo lo defiende con sus palabras, también con sus hechos. Es la izquierda que en los momentos álgidos del procés encabezó en Cataluña -concentrándose varios días a las puertas del Parlament- la campaña de «1-O, estafa antidemocrática»
Una posición progresista que entronca con las mejores tradiciones de la izquierda, y que se diferencia de aquellas fuerzas de la izquierda que se ponen de perfil o confraternizan, cuando no son cómplices, con los nacionalismos más identitarios y excluyentes. Fuerzas que por oportunismo no tienen reparos en reunirse «afectuosamente» con Puigdemont, cabeza de una derecha catalana corrupta y chantajista, que protagonizó los mayores recortes sociales en Cataluña.
Recortes Cero defiende la unidad, la mejor arma contra los recortes.
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Sobre la amnistía: «desinflamar», sí. Blanquear, no
Estas elecciones se dan en un marco nuevo, con una ley de amnistía que ha generado polarización en el panorama político nacional, pero que es ampliamente apoyada por al menos un 60% de los catalanes
Ante esta ley, la posición de Recortes Cero puede resumirse en: «desinflamar sí, blanquear no».
Desinflamar la tensión generada por el procés y retornar la ruptura del 1-O a cauces de diálogo es un objetivo legítimo y positivo para España y Cataluña. Pero la amnistía no puede servir para blanquear a las reaccionarias y antidemocráticas élites procesistas o para proporcionales oxígeno político.
No es ningún secreto. Que se haya acabado aprobando la Ley de amnistía ha sido el peaje para la formación del gobierno de coalición, tras unas generales donde una mayoría social ha “vetado” un ejecutivo con presencia de la ultraderecha. Amplios sectores de la izquierda que no comparten cuestiones esenciales de la amnistía, la aceptan para impedir un gobierno de PP y Vox.
No se va a borrar de nuestra conciencia que las élites del procés, especialmente Junts y Puigdemont, son una casta reaccionaria.
Es lícito no estar de acuerdo con la amnistía, pero no es verdad que “ponga en peligro la democracia” ni que “de carta blanca a los independentistas”.
Por el contrario, si hoy es posible aprobar una amnistía es porque las élites del procés han sido derrotadas, y han aceptado tácitamente, incluyendo a Puigdemont, que no es posible “volver al 1-O”. Pero eso no significa que, aunque debilitados, no sigan siendo peligrosos. Especialmente la llamada “caverna de Waterloo” ha sido y es un activo político tóxico y muy reaccionario.
Nos negamos a que se utilice la amnistía para blanquear a las élites del procés o proporcionales oxígeno político. No vamos a olvidar la gravedad de sus ataques: intentaron imponer de forma antidemocrática la fragmentación a una mayoría de catalanes que la rechaza, dividiendo y enfrentando al pueblo.
No olvidaremos que el 1-O fue una estafa antidemocrática. No solo por su flagrante ilegalidad, sino porque intentó imponer la secesión a una mayoría de catalanes que la rechazaban. Utilizando la participación en el referéndum, de solo el 38% del censo, como un “mandato” que se debía imponer al resto, el 62%.
No se va a borrar de nuestra conciencia que las élites del procés, especialmente Junts y Puigdemont, son una casta reaccionaria.
Vamos a tener muy presente que esas élites del procés no solo intentaron atacar la integridad territorial, algo que es delito en todos los países de la UE. Sobre todo perseguían dividir y enfrentar al pueblo, a los catalanes entre sí y a estos con el resto del pueblo español. Una división que beneficia a quienes pretenden imponernos más recortes.
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