Rajoy se dispone ya a meterle mano a las pensiones. Prioridad absoluta es el mandato dado por el FMI y Berlín. Y la respuesta pública de Rajoy en Bruselas, en la rueda de prensa conjunta con Durao Barroso, no deja lugar al equívoco. 2013 será el año del recorte de las pensiones.
Sólo 48 horas después, el diario El País revelaba haberse hecho con la versión casi definitiva del informe de la comisión de “expertos” nombrada por el gobierno para presentar la reforma de las pensiones ante la Comisión parlamentaria del Pacto de Toledo.En el informe, la mayoría de los expertos –aquellos que están ligados a la banca y las grandes aseguradoras, es decir, 9 de sus 12 miembros– se inclinan por consagrar que las pensiones pierdan poder adquisitivo en tiempos de crisis, abriendo incluso la posibilidad de que queden congeladas por un largo periodo de tiempo.«España pasaría a ser el único país europeo con un doble mecanismo de recorte de pensiones» Los dos factores de “sostenibilidad” que introducen los expertos consisten, en primer lugar, en desvincular la revalorización de las pensiones de la marcha de los precios, es decir, que no suban automáticamente según suba cada año el coste de la vida medido por el IPC. La revalorización o no de las pensiones quedaría ligada a los gastos e ingresos de la Seguridad Social. Si, como ocurre en la actualidad debido al alto número de parados y la rebaja general de salarios –lo que a su vez reduce las cotizaciones–, la caja de la Seguridad Social fuera deficitaria, las pensiones quedarían congeladas o podrían ser incluso recortadas. Hay que recordar que según un reciente estudio del Imserso y la Unión Democrática de Pensionistas, desde que estalló la crisis en 2008 los pensionistas españoles han visto reducido su poder adquisitivo en alrededor de un 20%, debido a las congelaciones, no revalorizaciones, copagos, subidas de impuestos, e incrementos de tarifas de servicios básicos como luz, agua, gas,…. Aplicando esta nueva norma, la rebaja sería todavía mucho mayor.El segundo mecanismo de ajuste propuesto por la comisión es vincular la pensión del jubilado a la esperanza de vida media de su generación en el momento de retirarse. Como admite el propio borrador, esto se traduce en una merma de las pensiones futuras, implicando “un ajuste a la baja en el cálculo de la pensión inicial”. Rebaja que ellos mismos han calculado que seria de un 5% cada 10 años. Es decir, quien se jubile en 2023 cobraría, de entrada, una pensión un 5% inferior a si se jubilara hoy, además de quedar sometido también a las rebajas anuales provocadas por la no revalorización de la pensión según la subida del IPC.De aprobarse esta reforma, España pasaría a ser el único país europeo con un doble mecanismo automático de ajuste y recorte de gasto en el sistema de pensiones: uno sobre la pensión inicial, basado en un elemento demográfico, y otro sobre la actualización anual, asentado en la coyuntura económica.Al mismo tiempo, el informe también aconseja otros cambios en el sistema como “considerar las cotizaciones de toda la vida laboral” para calcular la cuantía de la pensión. Mecanismo que, de aprobarse, supondría también un recorte muy significativo para cualquier nuevo pensionista. «Quien se jubile en 2023 cobraría, de entrada, una pensión un 5% inferior a si se jubilara hoy» El gobierno, consciente de la enorme impopularidad de la reforma –la oposición a recortar las pensiones une al 90% del electorado, de derechas y de izquierdas– se ha dado de plazo hasta el final de verano para intentar lograr un acuerdo con el PSOE y los dos sindicatos mayoritarios. Según algunos medios de comunicación, estaría dispuesto incluso a que la aplicación del factor de sostenibilidad no sea inmediata, sino dilatada en el tiempo. Pero está por ver ni que esta prórroga sea del gusto del FMI y Berlín ni que sindicatos y PSOE (conscientes también del enorme desgaste que les acarrearía) estén dispuestos a darle su apoyo.Las espadas están en alto. A Rajoy, urgido y presionado por la troika, se le ha acabado el tiempo. Pero al mismo tiempo nosotros, el pueblo, hemos empezado a dotarnos de nuevas y muy valiosas herramientas políticas para dar la batalla de las pensiones. La formación de la Mesa Estatal por el Referéndum de las Pensiones (MERP) –integrada por más de 25 organizaciones sociales, ciudadanas, sindicales y políticas de muy distinto signo y al que han dado su apoyo público más de 60 personalidades del mundo de la cultura, el arte y el pensamiento–, el éxito de las primeras iniciativas que ha puesto en marcha y la próxima entrega a la Defensora del Pueblo de la primera oleada de cientos de miles de firmas exigiendo el referéndum están creando las condiciones para que la extensión, la difusión y la organización de la batalla por el referéndum se multiplique cada día que pasa.Ellos saben la indignación y el rechazo que la reforma de las pensiones levanta entre el 90% de la población. Nuestra tarea, ahora, es darle cauce a ese rechazo popular levantando un amplio movimiento social en exigencia de que las pensiones queden blindadas en la Constitución mediante un referéndum vinculante.