Una treintena de concejales, dirigentes y militantes de IU han publicado una carta abierta donde anuncian su marcha del partido, alegando la necesidad de «desvincular radicalmente nuestros nombres del engaño político y social» en que Madrazo ha transformado IU en Euskadi. En una durísima crítica a la actual dirección de Ezker Batua, denuncian «la sumisión a la derecha nacionalista» del PNV y la transformación de EB en un mero aparato clientelar dentro del régimen de Ibarretxe, dando la espalda a las reivindicaciones populares y distribuyendo prevendas y privilegios.
La colaboración de Madrazo con el régimen del nacionalismo étnico de Ibarretxe está generando un movimiento de oosición cada vez mayor en el seno de Ezker Batua-IU. En noviembre, 28 militantes abandonaron la formación. Ahora otros 26, entre los que se encuentran miembros del Consejo Político, han expresado públicamente que “nuestra higiene ética y democrática (sustentada en valores) no nos permite estar en EB ni hacer campaña a su favor”. En una carta pública, distribuida en los principales medios, denuncian “los silencios cómplices con las políticas liberales y conesrvadoras del PNV”, recuerdan que “hace ocho años se nos vendió “el tripartito” como un aspecto táctico”, y expresan que “entendemos, desde luego, que hoy las tareas de una “izquierda de izquierdas” no pasan por el plegamiento a las políticas de derechas del PNV, ni por los bandazos ideológicos en aspectos tales como el soberanismo”. Los miembros críticos de EB destapan como la consejería de vivienda de Madrazo se ha convertido en un nido de corruptelas y prevendas. En su opinión, «la institucionalización de la militancia y su profesionalización por mediación de liberaciones y prebendas la han convertido en una fuerza burocrática, clientelista y posibilista dentro del sistema; que a través de un buen marketing maquilla su práctica diaria para gestionar las migajas del sistema (…) Ezker Batua se ha instalado en una ética que desprecia los más básicos principios de la izquierda, sin coherencia entre el discurso y la práctica” La colaboración con el régimen del nacionalismo étnico es incompatible con la izquierda. Madrazo se ha transformado en un mero apéndice subsidiario de Ibarretxe, enfrentándose con ello a toda la base de izquierdas, obrera y popular que conserva IU en Euskadi. Es una buena noticia que votantes, militantes y dirigentes de EB se desmarquen de la línea que Madrazo representa. Pero deben dar un paso adelante, denunciando el carácter nazifascista del nacionalismo étnico de Ibarretxe, y poniendo sus fuerzas –como siempre han hecho los elementos más combativos de la izquierda- al servicio de la lucha contra el fascismo étnico. En estas elecciones, ninguna persona de izquierdas puede votar a Madrazo, el monaguillo de Ibarretxe.