Mariano Rajoy se ha tomado su tiempo después de las elecciones antes de fijar públicamente el rumbo de su gobierno para la próxima legislatura, consciente de que en cuanto a empiece a gobernar será tiempo lo que le faltará para tomar las decisiones que la situación económica requiere. Así pues, el líder del PP trabaja ya en el decreto ley de prórroga de los presupuestos que el nuevo Ejecutivo aprobará en consejo de ministros el 30 de diciembre. Ese decreto ley incluirá no sólo la decisión de si se congelan o no las pensiones y el sueldo de los funcionarios, sino también un recorte en el presupuesto que garantice, desde el 1 de enero, que se podrá cumplir el objetivo de déficit del 4,4% para 2012.
Rajoy incluirá en ese decreto una cláusula que reduzca el gasto disponible respecto al presupuesto que se prorroga, el último elaborado por el Gobierno de Zapatero, en un porcentaje aún por determinar, de forma que los nuevos ministros empiecen el año apretándose el cinturón.