No es un una decisión improvisada. Se sabía que era un fondo limitado y con fecha de caducidad acelerada por cuatro años de saqueo. Si no han tomado medidas antes es porque querían llevarnos a esta situación. Por un lado alarmar a la población, sembrar dudas y preocupación. Por otro lanzar una amplia campaña para crear un clima de opinión favorable a una nueva reforma que suponga otra rebaja general de las pensiones y favorezca la privatización.
¿Qué está en juego? ¿Quién y qué quieren hacer con las pensiones?
* Un negocio de 118.000 millones de euros
En España hay 8,5 millones de pensionistas que moverán este año 118.000 millones de euros. Extraídos de la nómina de más de 17,3 millones de trabajadores inscritos en la Seguridad Social.
Controlar todo o la mayor parte de este gigantesco mercado de las pensiones públicas es un objetivo largamente acariciado por las principales oligarquías financieras nacionales y especialmente extranjeras.
En España el negocio de las pensiones privadas está poco desarrollado por la fortaleza de las pensiones públicas. Es un suculento nicho de negocio que todavía no controlan. Por eso su objetivo es la privatización progresiva del sistema público de pensiones.
* Privatización progresiva del sistema publico de pensiones
Nadie mata a la gallina de los huevos de oro. Su objetivo no es dejar a la gente sin pensiones, sino apropiarse de ellas. Sin embargo para hacerlo necesitan degradar el sistema público para que cada vez se parezca más a un sistema asistencial de pensiones mínimas mientras ellos se apropian de la mayor parte del pastel, creando las condiciones para que avance la privatización, tanto de los 118 mil millones de euros que mueve la Seguridad Social, como de los planes de pensiones privados.
En ese sentido van propuestas como la del BBVA proponiendo “la convergencia de del sistema actual con otro de cuentas individuales” (Editorial de El Mundo del 21 de octubre). Cada trabajador tendría su propia cuenta individual con las aportaciones de jubilación, pero gestionada por bancos y los grandes fondos privados de pensiones.
Y al mismo tiempo fomentar los planes privados tanto en las empresas como los trabajadores que puedan pagárselos.
*¿Cómo lo quieren hacer?
No mediante un golpe brutal inmediato. Saben que no lo pueden hacer porque provocarían una rebelión general. Es un proceso paso a paso pero cada vez más profundo e implacable.
1) Continuar aplicando las reformas de 2011 y 2013 de Zapatero y Rajoy. El retraso progresivo en la edad de jubilación, el aumento de los años cotizados (de 15 a 25) para tener derecho a la pensión y la aplicación del nuevo sistema de “revalorización” de las pensiones ya están recortando las nuevas jubilaciones un 36%, según los informes publicados por diversas entidades y sindicatos.
Hoy 4 de cada 10 jubilados sobreviven con pensiones por debajo del Salario Mínimo (665 euros). El 49,9% no llega a los 667 euros, límite que marca la exclusión social.
2) Aplicar la “revalorización” mínima del 0,25% a las pensiones en 2017. Con una inflación prevista por del gobierno del 1,2%, significa una rebaja real de su “salario pensionista” del 0,95%. Una “subida” media de entre 1,6 y 2,3 euros. Pero 54 euros mensuales de media menos de poder adquisitivo, 648 euros menos al cabo del año, el equivalente a un mes sin pensión para la mayoría de los pensionistas.
3) Culminar la liquidación del Fondo de Reserva de las pensiones. En el fondo apenas quedan 24.000 millones de euros. Teniendo en cuenta que cada paga supone unos 8.500 millones de euros, el fondo apenas llega para pagar las extras de Navidad de este año y las pagas de julio y Navidad de 2017.
4) Desarrollar una campaña mediática que desactive o minimice la profunda oposición social que tienen sus propuestas y prepare el terreno para que puedan tener los apoyos suficientes en el parlamento para sacarlas adelante.
Ni la situación del fondo de pensiones de la SS, ni el envejecimiento de la población, ni la sostenibilidad del sistema son las razones de por qué quieren otra reforma que, no olvidemos, viene siendo exigida sin descanso por el FMI y Bruselas y los grandes bancos, aseguradoras y fondos de pensiones.
¿Quién lo quiere?
Los grandes bancos y aseguradoras europeas y los fondos privados de pensiones norteamericanos tienen como objetivo controlar el gigantesco mercado de las pensiones públicas.
Los grandes bancos y aseguradoras europeas y españolas, grupos como la aseguradora francesa AXA, uno de los dos gigantes de los seguros en Europa junto a la alemana Allianz, o bancos como el Deustche Bank, el francés BNP Paribas o el Santander y BBVA…
Pero sobre todo los fondos privados de pensiones norteamericanos que controlan a nivel mundial 14 billones de dólares de fondos de pensiones.
En definitiva son las mayores burguesías del planeta las que tienen como objetivo controlar todo o la mayor parte de este gigantesco mercado de las pensiones públicas.
No es casualidad que tanto el FMI (instrumento directo de Washington) como desde Bruselas vengan insistiendo una y otra vez en todos sus informes sobre España en la necesidad de una nueva reforma de las pensiones.
No hay informe que no exija “reformas estructurales” y las pensiones son su “bocatto di cardinale”. Una de las reformas estructurales imprescindibles que iniciaron con la reforma de Zapatero en 2011, continuaron con la de 2013 de Rajoy, y ahora quieren la tercera reforma estructural.
Aprender en cabeza ajena
En Argentina tuvieron que nacionalizar el sistema privado de pensiones para impedir su quiebra
El mundo está lleno de casos de cómo la privatización de los sistemas de pensiones crea inseguridad, cuando no ruina para los trabajadores.
En Argentina, octubre de 2008, una de las primeras medidas que tuvo que tomar Cristina Kirchner cuando llegó al gobierno fue rescatar el sistema de pensiones privado para evitar su quiebra y la ruina de las pensiones de 9,5 millones de trabajadores.
En palabras del entonces titular de la Administración Nacional de Seguridad Social, Amado Boudou, el proyecto gubernamental da «por terminado el experimento fracasado del régimen de capitalización en Argentina… Para dar nacimiento al sistema previsional argentino, un sistema de reparto, de base solidaria y de administración estatal».
Según C. Kirchn: «Estamos adoptando esta decisión en un contexto internacional donde los principales Estados del G-8 y del no G-8 están adoptando una política de protección hacia bancos, en este caso nosotros hacia nuestros jubilados y nuestros trabajadores».
En la sesión parlamentaria que aprobó el decreto de nacionalización se denunció la descapitalización que estaban sufriendo los fondos por la crisis financiera mundial, al estar invertidos en acciones y bonos. Así como las altas comisiones que cobraban las gestoras de los fondos en manos de grandes bancos inrternacionales (entre ellos el BBVA)
Otro caso es el de los fondos de pensiones en Estados Unidos, donde en septiembre de 2010 había 31 grandes fondos amenazados de quiebra. Siendo el caso del CalSTRS, el fondo de los profesores de California y séptimo del mundo, el más significativo con un agujero reconocido entonces de 43.000 millones de dólares, amenazado de quedarse sin dinero para pagar las pensiones prometidas por su sistema privado de capitalización.